15. Tú salvación

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  —Son celos.—Es el veredicto de Ale, surmerge su papita en ketchup. Es hora del receso y ni bien salí del salón vine corriendo a la cafetería único lugar de encuentro que tenemos Ale y yo. Obviamente le conté todo lo que pasó con Ian y también el porque se molesto.

—Es un tonto.—No sé cómo pude arreglar las cosas con él desde un inicio, lo de la biblioteca, la falta de explicaciones es algo que no pude pasar por alto tan fácilmente.

—Sí.—Me dice Ale dándome la razón.—Pero es un tonto celoso.—Revoleo los ojos ante la tonta idea... Aunque, Ian mencionó en la discusión que le importó, sí pero como amiga.—Piensalo de está forma...—Comienza mientras mueve la papita de un lado a otro.—Le gustas a Ian ¿Qué hacen los hombres cuando les gusta una chica? Marcan territorio. Es obvio que a Ian le gustas y por lo tanto no quiere competencia, porque sabe que Caleb Blacke es una buena competencia.—Dice con tono malicioso.—¿Y qué hace para alejarte de la competencia? Inventa cosas tontas sobre él, con el objetivo de que le creas y te alejes y por lo tanto te quedes con él... tú única opción.—Enarca una ceja.—Pero yo creo que tú debes tener más de una opción.—Me termina de "aconsejar" Ale, aunque yo creo que está equivocada en la parte de que a Ian le gusto, creo que solo sé esta dejando llevar por su odio contra los Blacke para alejarme de ellos. Por otro lado concuerdo con Ale en eso de que tengo derecho a conocer a más personas. A pesar de que estas hayan querido estrangularme. Me recuerda mi lado racional.

—Como sea, no quiero saber de Ian por un largo rato.—Tomo mi bebida y le dio un sorbo cuando estoy a punto de atragantarme al ver a Ian de pie en la puerta de la cafetería buscando desesperadamente con la mirada a una persona, el pánico me invade cuando sus profundos ojos cafés se clavan en los míos y hacemos contacto visual, Ale se da cuenta demasiado tarde cuando Ian ya está caminando a nuestra mesa.

—Gia tenemos que hablar.—Dice ni bien está frente a mí.

—Lo lamento Ian, pero mi mejor amiga no quiere hablar contigo y te pido que respetes su decisión y continúes con tú camino.—Interviene Ale al ponerse de pie frente a Ian, yo continúo sentada detrás de Ale, mi escudo.

—Ale por favor, necesito hablar con ella... tiene que escucharme.—Ale niega con el dedo e Ian parece comenzar a desesperarse.

—Es hora de un breve descanso de los Laurent y tú vienes en el paquete.—Continua Ale mientras Ian se comienza a tornar de un ligero color rojo de la furia. Por mi lado sigo refugiada a espaldas de mi mejor amiga, no pienso decir nada. A lo lejos aparece Liam esquivando como puede a la gente hasta llegar a nosotros.

—¿Qué pasa?—Ale rueda los ojos ni bien aparece.

—Pasa que ni Gia, ni yo los queremos más en nuestras vidas. Así que sí nos hacen el favor de desaparecer ahora nos sentiriamos muy bien.—A Liam casi se le salen los ojos de sus órbitas luego de oír a Ale, okey creo que está exagerando... Pero eres tan cobarde para enfrentar a Ian que prefieres dejarlo en manos de tu impulsiva mejor amiga.

—No voy a irme hasta hablar con Gia.—Rugió Ian de nuevo.

—Ella no quiere hablar contigo Ian, no insistas.

—Ale deja que hablen.—Insiste Liam.

—Tú cállate.—Ataca al instante mi mejor amiga.

—¿Pasa algo?—Se oye otra voz a mi espalda. Al girar me encuentro con unos hipnotizantes ojos verdes y otro par de azules detrás. Jaden es el dueño de la voz y mira de una forma muy desafiante a Ian.

—¿Estos imbéciles las están fastidiando, señoritas?—El rubio color intenso del cabello de Luke y su sonrisa divertida se hacen presentes a un lado de Jaden mirando con burla y satisfacción a los Laurent.

El pacto del amor y el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora