26. Ojos brillantes

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El cielo es gris, vaya eso a estas alturas no tendría que sorprenderme. De hecho ahora los días son más grises y llueve todo el tiempo, el frío invierno definitivamente ha llegado a Wolftein.
Observo como poco a poco comienzan a resbalarse pequeñas gotas de lluvia sobre el gran ventanal del comedor.

-No tenía el café de siempre pero te traje chocolate caliente ¿Cuenta? -Escucho decir a lo lejos a Ian sin despegar la vista de la mesa Blacke. Mi vista recae en el asiento de Caleb, ausente por más de dos meses.

Dos largos meses en donde he tenido que resignarme a la idea del dichoso "Viaje de encuentro" en el que está Caleb según versión de Nathan, quién me dijo que Caleb hacía estos viajes todos los años por una costumbre del lugar de donde viene, que prácticamente consiste en hacer una caminata muy larga hasta llegar al encuentro espiritual con su cuerpo y obviamente que este viaje no tiene fecha de retorno.

A diferencia del resto de los estudiantes que siguieron con sus vidas como si nada, yo estoy estancada en mis propios pensamientos sobre Caleb. No hay mañana que no despierte pensando en él y no hay noche que él no sea mi último pensamiento. De un momento a otro mi vida ha tomado una pausa, los días pasan pero sigo sin avanzar.

Las clases sin él son más aburridas, los días son más largos y las noches más solitarias.

Todo es un poco más simple sin él.
Y yo estoy un poco más vacía.

-¿Gia? -Escucho de nuevo a Ian intentando llamar mi atención, su voz suena lejana a pesar de estar justo a mi lado. -Tierra llamando a Gia ¿Me copias? -Me da un empujoncito regreso a verlo y sonrió.

-Te copio. -Respondo tomando el café de sus manos y llevándolo rápidamente a mis labios, hace demasiado frío y necesito calentar mi cuerpo de alguna manera. Ian me mira con desconfianza, con esos ojos cafés intensos que intentan analizarme al mínimo y por supuesto sacarme as mentiras que traigo detrás de mi falta de concentración.

Aunque nuestra relación de amistad ha mejorado mucho aun no me siento cien por ciento segura de decirle la verdad acerca de "mi origen" o de la verdadera razón por la cual decidí mudarme a un pueblo tan alejado de la ciudad. Lo sé es tonto pensar que Ian a estas alturas pueda rechazarme por mi pasado pero... no puedo, definitivamente no puedo.

-¿Te pasa algo? -Me pregunta mirándome fijamente.

-Nada. Solo estoy un poco distraída. -Sonrió para no darle importancia al tema.

Aunque Ian ya acepta "ligeramente" mi "amistad" con los Blacke tampoco hemos llegado al nivel: "Hey mejor amigo, me gusta tu peor enemigo y bueno... creo que me hace falta." Ian enloquecería.

-Durante los últimos dos meses. -Añade Ale uniéndose a nuestra mesa. Ian le da la razón con un movimiento de cabeza.

Sip, la relación de Ale e Ian también ha mejorado mucho, claro fue más cordial luego de que Ale lo amenazara con cortarle "el amigo" si vuelve a portarse como un idiota conmigo.

Antes de que pueda decir palabra alguna o refutar aparece Liam quien lastimosamente no ha tenido tanta suerte con Ale pues ella sigue detestándolo luego de enterarse por Ian que la supuesta novia de Liam no existía, bueno si existía pero había sido un romance preescolar de este. Ian para hacer puntos extras con mi mejor amiga le canto toda la verdad a Ale sin importarle traicionar a su hermano. Desde entonces Liam ha sido muy valiente para presentarse ante nosotros todos los días para almorzar.

-Hablando de cosas despreciables. -Dice Ale clavando el tenedor en su ensalada, fulminando con la mirada al pobre niño Liam.

-Pero no estábamos hablando de eso. -Salgo a defender a Liam. Creo que me da un poco de pena, digo, mentirnos estuvo muy mal pero lo hizo como una estrategia pésima por cierto para lograr ganar el interés de Ale y bueno al menos yo, no soy una
blanca paloma llena de verdades.

El pacto del amor y el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora