Dos vidas

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Neal miró a la niña

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Neal miró a la niña. No sabía que hacer, ni que decir. Pero vio que empezaba a llorar y no pudo evitar acercarse a ella. Se agachó a su altura.

—Oye, ¿estás bien? ¿Qué te pasa? —preguntó—. ¿Tú vives aquí?

Al oír la última pregunta, Elia no pudo hacer más que sollozar más fuerte. Era verdad. No se acordaba de ella. No se acordaba del apartamento. En circunstancias normales su padre ya la habría abrazado, ya la habría consolado. Pero esa persona... esa persona no era su padre. Se parecía a él, pero no podía ser él. Su padre nunca se olvidaría de ella.

—¡Vete! —exclamó Elia justo antes de correr a su habitación y encerrarse allí

Neal la miró sorprendido mientras se incorporaba de nuevo. Quiso seguirla, pero no se atrevió a hacerlo. Pensó que solo empeoraría las cosas. No la conocía. No podría consolarla. Soltó un largo suspiro y miró alrededor. Podía inspeccionar un poco el apartamento antes de irse y... Espera. ¿Qué había ahí en la ventana? Neal se apresuró a acercarse y cogió el atrapasueños con sus manos.

Era imposible. Se había quemado. Se había quemado en el incendio, en Tallahassee. Acarició el borde del atrapasueños, recordando aquel motel. Y por un segundo sintió que la cabeza le daba vueltas. Sacudió la cabeza. No estaba seguro de que había pasado. Respiró hondo. Volvió a mirar el atrapasueños. Recordó el momento en que lo habían conseguido, justo antes de decidir irse a Tallahassee y cambiar de vida. ¿Por que era como si le estuviera entrando tanto sueño de repente? Los parpados se le empezaron a cerrar. Parpadeó varias veces con la vista fija en las redes del atrapasueños. Era como hipnotizante. Trató de mantener los ojos abiertos, pero cada vez le resultaba más difícil.

Una imagen parpadeó de repente, como un flash. ¿Eso había sido en el atrapasueños? No, quizá su mente lo estaba engañando. Se sentía tan cansado. Se apoyó en la estantería y consiguió apartar la mirada del atrapasueños. Sin embargo todavía seguía sintiendo el cansancio. Aunque no sabía como ambas cosas podían estar relacionadas. Más imágenes parpadearon en el atrapasueños, en su mente. No las entendía. Fueron muy rápidas. Además, era imposible. Pero la cabeza le dolía, como si tuviera muchas cosas en la cabeza.

Todo se quedó negro.

Cuando abrió los ojos, esperaba que todo hubiese sido un sueño. Esperaba encontrarse en casa, en la cama, con Emma. No era así. Seguía en aquel apartamento, en el suelo. Todavía se sentía un poco mareado, pero ya no tenía sueño. ¿Cuánto tiempo había pasado? Se levantó despacio sujetándose en la mesita y miró alrededor. Su apartamento estaba igual que siempre.

Su apartamento. Su apartamento. Si. Aquel era su apartamento. Sacudió la cabeza confundido. El atrapasueños estaba en el suelo. Se agachó para recogerlo y volver a colgarlo en la ventana, ese era su sitio desde que había llegado a nueva York unos once años atrás. No, solo era un año atrás... Espera. Le costaba pensar con claridad. Intentó pensar cuando había llegado a Nueva York.

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora