En que Neal resulta tener una hija cuando Gold, Emma y Henry llegan a su casa.
[ once upon a time x oc; neal x emma ]
@RolerWoman tiene también una versión de esta historia y os recomiendo mucho que os paséis por ella, pero insiste mucho en que publ...
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Aquella vez Elia no despertó gritando. No había sido la pesadilla habitual. De hecho, reconocía el lugar donde había tenido lugar el sueño, al menos al principio. Era Storybrooke. Pero luego el sueño había recorriendo calles y senderos que ella no había llegado a ver durante su breve estancia allí. Al despertar, simplemente abrió los ojos. No fue ningún despertar repentino. No estaba asustada. Bueno, quizás un poco.
Pero aquel sueño había sido diferente.
No sabía explicarlo. Pero presentía que estaban en peligro, que su abuelo estaba en peligro y que, de alguna forma, ella podía ayudarle. Que solo ella podía ayudarle, aunque no entendía muy bien como. Se incorporó y metió los pies en sus zapatillas para correr a la habitación de su madre y Tom.
—¡Mamá! —exclamó mientras la sacudía por el hombro—. ¡Mamá! ¡Despierta, por favor!
—Mmm, ¿Elia? ¿Qué ocurre? —preguntó Kath con los ojos medio abiertos incorporándose un poco para mirarla—. ¿Otra pesadilla?
—¡No! Bueno, si, bueno... he tenido un sueño, pero era diferente —dijo Elia—, ¡tienes que llevarme con papá! ¡A Storybrooke!
—¿Qué? Elia, ¿qué estás diciendo? —preguntó su madre
—¡Mamá! Por favor, tengo que ir —dijo Elia
—Elia... son las cuatro de la mañana —dijo su madre tras mirar su móvil en su mesilla. Al mismo tiempo, a su lado, Tom despertaba y las miraba entre confundido y medio dormido
—Lo siento, pero es que...
—Tienes que ir a Storybrooke, ya —dijo su madre—. ¿Por qué crees eso?
—Yo... no se como lo se, pero lo se —dijo Elia
Katherine entrecerró los ojos tratando de entender a su hija. Se frotó los ojos con una mano y luego acarició el brazo de su hija.
—Elia, solo era un sueño...
—¡No! Se que algo está pasando en Storybrooke —exclamó Elia
—¿El qué? —preguntó su madre
—Eh... no te lo puedo decir —dijo Elia—. Papá dice que no te lo creerías
Kath suspiró. Se sentó en la cama frente a su hija y se llevó las manos a la cara tratando de entender
—Elia, no te puedo llevar hasta Maine si no me dices exactamente porque quieres ir —dijo
—¡Es que yo tampoco se que es! Solo se que puedo ayudar —dijo Elia—. Creo... creo que tiene algo que ver con la magia, mamá.
En ese preciso momento, el llanto se empezó a escuchar de la habitación contigua. Antes de que ninguna de las dos reaccionara, Tom se ofreció.
—Yo me encargo —dijo mientras se levantaba y salió de la habitación
