Un día de padre e hijos

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Neal había estado muy tentado de pedirles a Emma y Regina que se llevaran a Elia con ellas a Nueva York, así podría pasar el resto de las vacaciones con su madre, y lo más importante, a salvo

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Neal había estado muy tentado de pedirles a Emma y Regina que se llevaran a Elia con ellas a Nueva York, así podría pasar el resto de las vacaciones con su madre, y lo más importante, a salvo. Al final no lo había hecho. Y como parecía que su padre estaba tranquilo, su idea era poder pasar un momento normal con sus hijos, ya que aquella noche Henry la pasaría con ellos.

—¡Hola, mamá! —saludó Elia a su madre a través de la pantalla del ordenador

—Hola, cielo, ¿cómo estás? —dijo Kath sonriendo

—Bien, estoy bien —dijo Elia rápidamente

Ella y su padre habían llegado a un acuerdo. No contarle a su madre nada de lo que había ocurrido, es decir, no hacía falta que su madre supiera lo de su secuestro. En general, Neal había intentado mantener a Kath al tanto de lo que sucedía, en lo que concernía a Elia. Por ejemplo, cuando el muro de hielo rodeaba la ciudad, había tenido que decírselo para que supiera porque su hija no podía ir a pasar tiempo con ella. 

Pero Neal sabía que todo aquello estaba siendo un poquito demasiado para ella y Neal había decidido que era mejor no contarle los últimos sucesos. No era precisamente por el secuestro, incluso eso Kath podría llevarlo mejor que el hecho de que las secuestradoras habían sido Maléfica, Cruella y Úrsula, además del propio abuelo de Elia, Rumpletiltskin.

—¿Seguro? —preguntó Kath, perspicaz

—Si, seguro —Elia se encogió de hombros como si nada—. Ahora estoy en casa, tranquila, con Henry. Papá ha ido a por la comida

—Me alegro —Kath rio levemente—. ¿Ya te llevas mejor con tu hermano?

—Bueno, si, supongo —dijo Elia

—Bree te echa de menos, ¿sabes? —dijo Kath—. Todos los días pregunta por su hermana mayor.

—Puedo ir unos días, mamá —dijo Elia—. Me apetece estar contigo y con Bree,

—Vaya, normalmente te cuesta irte de Storybrooke —dijo Kath sonriendo

Elia se encogió de hombros.

—Elia, ¿ha pasado algo? —preguntó Kath. Algo la había inquietado en el rostro de su hija en la pantalla.

—No, nada —mintió Elia, y esta vez se sintió horrible al hacerlo—. Solo me apetece estar contigo.

—Está bien —dijo Kath—. Sabes que yo estoy encantada de que vengas.

—Vale, le diré a papá —dijo Elia

Mientras tanto, Neal se había dirigido a la cafetería a recoger el pedido que les había hecho para comer con sus hijos. La verdad es que por suerte el día parecía haber transcurrido bastante normal, sin problema alguno, lo que no le impedía tener un mal presentimiento por lo que su padre pudiera estar planeado esta vez, pero trataba de dejar ese pensamiento a un lado y disfrutar de un día tranquilo con sus hijos. Pero cuando llegó a la Abuelita, Phillip lo abordó

—¿Va en serio?

—¿Qué quieres decir? —preguntó Neal confundido

—¿De verdad estáis ayudando a Maléfica? —preguntó Phillip

—¿Cómo te has enterado?

—No es precisamente un secreto ya que al parecer se presentó aquí mismo —dijo Phillip

—Ya... —dijo Neal—. Mira, a mi tampoco me encantó la idea, pero parece que por ahora va ayudarnos...

Phillip resopló mirando a otro lado.

—Te entiendo, se que tú y Aurora tenéis una historia con ella —dijo Neal—, pero realmente creo que ahora mismo solo quiere recuperar a su hija.

—¿Y después? ¿Qué pasará cuando la recupere? —preguntó Phillip

—No lo se, Phillip —dijo Neal

—Yo no puedo fiarme de ella —dijo Phillip

—Entonces fíate de mi —dijo Neal—, fíate de nosotros. No dejaremos que haga nada.

Phillip suspiró y se pasó una mano por la cara.

—Está bien —dijo—. Tengo... Aurora me está esperando. Tengo que irme.

Neal asintió y vio como se alejaba. Lo entendía. No estaba seguro de cuan fiel era la historia de la película, aunque estaba claro que bastante. Quizá incluso había algo más. Pero sabía que no era fácil dejar pasarlo. De todas formas, el había mentido tanto en su vida, en su pasado, que se había vuelto un experto en ello. No creía que Maléfica estuviera mintiendo. Lo que le importaba era su hija. Otro sentimiento que el conocía muy bien. Ni siquiera había intentado hacer nada contra Aurora y Phillip en el tiempo que llevaba en Storybrooke. No tenía mucho sentido que empezara ahora.

Cuando Neal llegó a casa, Henry y Elia estaban en el salón. En la televisión se reproducía la película que ellos habían elegido antes de que él se fuera, pero en realidad ellos estaban mirando un vídeo en el móvil de Henry. Pero ambos se giraron en cuando su padre entró en la casa.

—¡Papá! —exclamó Elia—. ¡Mira esto!

—¿Qué estáis viendo? —preguntó Neal dejando la bolsa con la comida en la mesa antes de acercase a sus hijos.

—Es el trailer de una película —dijo Henry enseñándole la pantalla de su móvil—. Al parecer van a sacar en noviembre una película sobre Elsa y Anna.

Neal miró el móvil riendo levemente. Si que se parecían bastante a Elsa y Anna esos dibujos. Pero tampoco se sorprendió. Ya solo contando el hecho de que Henry era nieto de Blancanieves y el príncipe, o que acababa de hablar con Phillip. Era algo habitual en Storybrooke. Habría sido de esperar que la próxima película de Disney pudiera tratar sobre ellas o cualquier otro en Storybrooke.

—Creía que os moríais de hambre —dijo Neal

—Y lo hago —dijo Elia

—Bueno, la comida está en la mesa, así que ¿qué tal si me ayudáis a poner la mesa y cenamos? —dijo Neal

La cena transcurrió entre conversaciones y risas entre los tres. Neal, por un momento, se permitió olvidar de toda la situación mágica y los problemas del exterior, fingir que podían ser una familia normal, aunque fuera solo por una noche. Un rato así con sus dos hijos era precisamente lo que necesitaba. Todavía estaba preocupado por Emma, fuera de la ciudad, pero confiaba en ella. Esa noche era para sus hijos.

Tras cenar, continuaron con la película en el salón. Henry estaba sentado en el sofá, al lado de su padre, inclinado hacia delante, haciendo todo el rato comentarios sobre la película, que él ya había visto antes. Mientras que Elia, al otro lado de su padre, estaba medio tumbada apoyando la cabeza en el brazo de su padre. La comida la había dejado algo somnolienta, pero de vez en cuando comentaba con su hermano la película, sobre todo en las partes más divertidas, cuando trataban de imitar al personaje y reían más. 


* un capítulo de descanso, para variar.

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora