¿Un final feliz?

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Elia se encontraba en el sofá tumbada, mientras veía la televisión

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Elia se encontraba en el sofá tumbada, mientras veía la televisión. En realidad, no le prestaba mucha atención, ni siquiera le gustaba lo que echaban, solo no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido. La última noche había dormido en casa de su abuelo. Era enorme. Su abuelo tenía que ser rico o algo así. Ni siquiera sabía porque se habían cambiado allí de repente, solo sabía que su padre le había dicho que a partir de ese momento se quedarían allí, y mientras ella había ido el día anterior en el coche de su abuelo con él y Bella, su padre había recogido todas sus cosas de Granny's.

Al principio había seguido sintiéndose bastante cansada, pero poco a poco había ido encontrándose mejor. Dormir bien por la noche le había venido bien, aunque no recordaba haber dormido tanto nunca. Pero su abuelo la había revisado con su magia y decía que iba todo bien. Aunque cuando Elia le había preguntado si él podía enseñarle magia, el había respondido que era mejor que siguiera aprendiendo con las hadas.

Ese día tenían que ir a la celebración del nacimiento del hijo de Blanca y David y a la boda de su abuelo. Pero Elia no dejaba de preguntarse que iba a pasar después. Si ya no había problemas en Storybrooke, ¿significaba que después volverían a Nueva York a sus vidas? Porque ella ya no estaba segura de lo que quería. Por un lado, se moría de ganas por volver a Nueva York, ver a su madre, su hermanita y Tom, volver a su vida normal de siempre, solo con su padre. Pero por otro... bueno, todavía quería saber mucho más sobre su magia y aunque no lo admitiera en voz alta iba a echar de menos a Henry, a su abuelo, a Bella, a Pinocho, hasta puede que incluso a Emma.

No estaba segura de donde había ido su padre. Solo sabía que tenía que esperar a que volviera para ir a la cafetería. Su abuelo y Bella habían dicho que tenían que encargarse de algo en la tienda antes de la celebración. Eso había sido hacía solo unos diez minutos. La habían dejado sola ya que Neal debía volver pronto.

Cuando padre e hija llegaron a la cafetería, esta ya estaba llena de gente.

—Ya estamos aquí —anunció Neal con las manos en los hombros de Elia

Ellos se quedaron en la esquina junto a la entrada, en una mesa donde estaban Blanca con su bebe que estaban sentados junto a Henry, que leía el libro de cuentos. Ruby estaba sentada enfrente. David, Emma y Garfio estaban de pie alrededor. Emma y Neal intercambiaron una sonrisa mientras Garfio le dejaba a Neal un par de suaves golpes en la espalda. Henry saludó con alegría a su hermana y su padre mientras ella respondía cuando David le preguntó como estaba.

Mientras su padre saludaba a Henry revolviéndole el pelo, Elia se fijó en el bebe que Blanca sujetaba. Eso le hizo pensar en su hermana, que acabaría de cumplir su primer año. Ruby le dejó un hueco a su lado para sentarse. Neal se quedó de pie, entre la puerta y Emma, también al lado de Elia.

—... el forajido saltó sobre el carruaje y robó las joyas del príncipe —leía Henry—, y según este, perseguía al ladrón a caballo por el accidentado bosque...

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora