Un mal día

60 10 0
                                    

Neal no se había permitido tener tiempo para asimilar lo de su padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Neal no se había permitido tener tiempo para asimilar lo de su padre. ¿Qué más daba? Después de lo que había hecho, de como los había engañado, no le apetecía pensar en él. Así que había pasado el tiempo ajustándose a la vida tranquila que por fin Storybrooke parecía tener. Por las tardes solía estar ocupado con Killian y Bella en la biblioteca, buscando la forma de liberar a las hadas. Ellas con suerte sabrían como liberar al resto.

Por las mañanas se dedicaba a buscar un trabajo y un lugar propio donde vivir. No le apetecía seguir viviendo en casa de su padre. Era demasiado grande para dos personas, ya que Bella había decidido irse un tiempo con su padre. Ninguna de las dos había resultado fácil de encontrar en el pueblo. Técnicamente era un pueblo que no esperaba visitantes, y menos nuevos residentes. Así que había estado ayudando a Emma y David en la comisaría hasta que por suerte encontró algo en el museo.

Pero aquel día se encontró por primera vez sin nada que hacer. Elia estaba con su madre, Henry estaba con Regina, Emma tenía que patrullar, Bella se estaba ocupando de la tienda... Y su propia mente empezaba a traicionarlo. Comenzó a pensar en su padre, en lo que había hecho, estaba tan enfadado. Pero al mismo tiempo se preguntaba donde estaría, si estaría bien. Había pasado veintiocho años sin magia en aquella tierra, no debería ser tan difícil para él, ¿verdad?

Resopló y sacudió la cabeza. No debería seguir preocupándose por él. Le había mentido, una vez más. Así que echó a andar. No es que fuera su idea, pero cuando vio el Rabbit Hole, decidió entrar. Vale, beber no era la solución, lo sabía, pero no le vendría mal un trago en aquel momento. Sin embargo, diez minutos después todavía estaba sentado en la barra, con la vista fija en su vaso del que todavía no había dado un trago.

—¿Baelfire?

Neal se giró y vio al pirata a su lado.

—No creí que te encontraría aquí —dijo Killian

—Ya, bueno... necesitaba un trago.

Neal vio la mirada de Killian dirigirse hacia el vaso todavía intacto, y luego lo miró con una ceja alzada.

—Bueno, no se lo que necesito —dijo Neal

—¿Qué ocurre? —preguntó Killian sentándose a su lado al tiempo que llamaba la atención del camarero.

—Es... todo este asunto de mi padre —dijo Neal—. Realmente creía que había cambiado, es que no se porque... ¿Sabes? Debí haberte hecho caso desde el momento que me advertiste. Tenías razón.

—Bueno, creo que fui algo críptico —dijo Killian

—El tenía tu corazón —dijo Neal—. No podías decir mucho antes de que el pudiera darse cuenta.

En ese momento, el camarero del bar colocó dos vasos delante del pirata y Neal lo miró con cierta incredulidad. Pero Killian agarró uno de los vasos y se lo pasó.

—Este es para ti —dijo—. Será mejor que eso.

Neal rio levemente negando con la cabeza, pero tomó el vaso y dio un pequeño trago. Resopló cerrando los ojos, era fuerte.

—¿Te conté alguna vez que mi padre también nos abandonó a mi y a mi hermano? —dijo Killian mientras levantaba su propio vaso.

—Creo que algo me dijiste, pero nunca mencionaste a ningún hermano —dijo Neal

Killian dio un trago antes de contestar.

—Se llamaba Liam, murió hace tiempo —dijo

—Lo siento —dijo Neal

—Fue hace mucho —dijo Killian—. Mi padre nos vendió al capitán de un barco.

—Vaya... —Neal realmente no sabía que decir

—Tu padre podrá ser muchas cosas, pero al menos lo hizo todo por ti —dijo Killian

—¿Se supone que eso debería consolarme? —dijo Neal—. ¿Y desde cuando defiendes tu a mi padre?

—No se si debería consolarte —dijo Killian—, y no es que quiera defenderlo, solo digo que tampoco ha sido el peor padre. Al menos el te buscó.

—Si, y ha vuelto a terminar de la misma manera —dijo Neal

Killian se encogió de hombros y levantó su vaso hacia Neal.

—Por los malos padres.

Neal negó con la cabeza con una leve sonrisa pero levantó también su vaso para chocarlo con el del pirata antes de dar otro trago.

—Qué mala cara tienes, Neal —dijo Bella cuando al día siguiente Neal llegó a la tienda café en mano y con la otra mano, frotándose la cabeza.

¿En que momento se le había ocurrido que era buena idea beber con Killian? Ni siquiera era que hubiera bebido mucho, pero hacía tanto que no hacía algo así, que notaba las consecuencias. No eran tan graves como alguna vez cuando era joven, pero la cabeza le molestaba más de lo normal.

—No... he dormido muy bien —dijo

—Podemos dejar esto para otro día, si quieres —dijo Bella

—No hace falta —dijo Neal—. Estoy bien

—¿Seguro que solo es por falta de sueño? —preguntó una perspicaz Bella

—Vale, puede que ayer bebiera un poco —dijo Neal—. Estuve en el Rabbit Hole con Killian...

—¿Con Killian, en serio? —dijo Bella sonriendo

—Tenía un mal día —dijo Neal tratando de reírse ligeramente—. Pensaba en mi padre y...

—Ya, yo también pienso en él —dijo Bella

Un silencio se instauró entre los dos. No era incómodo, solo un poco raro. Neal suspiró llevándose una mano a la cabeza y pasándosela por el pelo.

—Lo siento, no tenía que haberlo mencionado.

—No, da igual —dijo Bella—. No te preocupes

—Bueno, hemos venido aquí para algo —Neal intentó cambiar de tema

—Si, cierto. Ven, está atrás.

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora