ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)

Magia

—A ver, el pueblo esta amenazado por una bruja loca que además tiene la daga de mi padre y vosotros os ponéis a montar una cuna —dijo Neal con tono ligeramente divertido apoyado en una columna del apartamento mientras veía a Emma y David pelearse con las piezas mientras Blanca estaba tranquila, descansando, en el sillón

—Si, ¿no es mejor que pensemos en su próxima maniobra? —dijo esta

—Ya, pero la vida sigue —dijo Emma que no dejaba de mirar las instrucciones

—Y esta cuna es prueba de ello —dijo David que sostenía una parte con cara de confundido

Dos de los héroes de la ciudad y una cuna iba a poder con ellos, pensó divertido Neal.

—No perderemos a otro bebé —dijo David

—Y gracias a mi no lo haréis —dijo Regina llegando al apartamento y dejando unos frascos en la mesa—. Ya he terminado

—¿Y? —dijo David—. ¿Ha funcionado? ¿Tienes ese hechizo de protección?

—Uno invulnerable a la magia con sangre —dijo Regina—. Lo que significa que Zelena no podrá raptar a ese bebe

—¿Y por qué razón iba a hacerlo? —dijo Blanca con preocupación

—¿Cuántos hechizos requieren partes de bebes? —dijo Regina—. Os sorprenderíais. Esa guisantita es una bruja retorcida. Pero quedándonos aquí estaremos a salvo.

Neal hizo una mueca. Pero sabía que tenía razón. Recordaba haber oído de hechizos así poco antes de irse del bosque encantado, por su padre. Nunca lo había visto poner en práctica ninguno, pero sabía que existían.

—Es inútil —dijo Emma—. Hay que dejar de ponerse a la defensiva y plantarle cara.

—¿Es qué no visteis que apenas la toqué? —dijo Regina—. Su magia es muy poderosa

—La mía también y tu me has visto usarla —dijo Emma. Neal se puso rígido, a veces todavía olvidaba que Emma tenía magia—, aunque no siempre se controlarla. Pero si nos uniéramos, si tu me enseñaras...

—¿Por qué será que me suena eso? —dijo Regina

—Ahora estoy lista —dijo Emma

Regina rio.

—De acuerdo, pero lo haremos según mis condiciones. Esto no consiste en beber café rancio en una vigilancia o lo que quiera que hicieras como fiadora de fianzas. Esto, es un estilo de vida y precisa de un compromiso.

Neal hacía lo posible por disimular su incomodidad.

—No hay problema —dijo Emma

—En mi cripta dentro de una hora —dijo Regina antes de salir del apartamento

Emma suspiró, y miró alrededor las caras de preocupación. Neal trataba de disimular, pero ella lo conocía bien y sabía su relación con la magia. Sin embargo, estaba decidida. Podría ser la única forma. No tenían ningún otro plan.

—Nada de peros, lo haré —dijo—, es la única solución, y si, tendré cuidado.

—No he dicho nada —dijo Neal levantando las manos

—Lo sabemos —dijo Blanca

—Y tranquila, cuidaremos de Henry cuando vuelva —dijo David

Neal miró a Emma. Eran sus padres, era mejor que ella lo dijera.

—Lo cierto... es que no me parece buena idea.

—¿Q-que sucede? —dijo Blanca

—Estáis agotados y debéis descansar —dijo Emma