Un plan, o algo parecido.

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—Vamos —dijo Neal mientras abría la puerta trasera del hostal dejando a su hijo pasar primero

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—Vamos —dijo Neal mientras abría la puerta trasera del hostal dejando a su hijo pasar primero

Henry carraspeó y Neal vio rápidamente vio el motivo después de cerrar la puerta, ya que Regina y Robin Hood estaban justo ahí, en el pasillo, medio abrazados. Aunque claramente se acababan de separar. Neal suspiró e internamente se alegró que Henry no recordara, o eso hubiera sido mucho más incómodo para él. Sin embargo intentó no sonreír por la... peculiar situación.

—Oh, Henry... —dijo Regina, luego vio a su padre— Neal, buenos días.

—Buenos días.., alcaldesa —dijo Henry

—Lo siento, nosotros ya nos vamos —dijo Neal agarrando los hombros de su hijo, no ignorando la sombra en el rostro de Regina. Sabía que la situación era difícil para ella

Neal empujó levemente a Henry por el pasillo hasta la cafetería, esperando que la incomodidad pasase rápido. Vio a un par de enanitos en la barra y se acercó a ellos.

—Henry, ¿por qué no me esperas un momento aquí con Leroy? —dijo Neal, que miró al hombre—. ¿No te importa, verdad?

—No, claro —dijo el enano encogiéndose de hombros

—Gracias —dijo Neal

—¿A donde vas, papá? —preguntó Henry

—Tengo que hablar con tu madre —dijo Neal

—¿Por qué no viene ella aquí? —dijo Henry

—Henry.., tenemos que hablar a solas —dijo Neal

Henry suspiró, resignado.

—Está bien

—¿Por qué no te pides algo mientras tanto? —dijo su padre

Luego Neal volvió a salir de la cafetería por el mismo pasillo por el que habían llegado, pero en lugar de girar a la izquierda, siguió recto hasta la salita que había al fondo donde Emma, Blanca y David ya se encontraban.

—Siento la tardanza —dijo

—No te preocupes, Regina todavía no ha llegado —dijo Emma

Neal prefirió no decir nada. Era asunto de Regina contar con quien estuviera. No se sentó a diferencia de los otros, pero se apoyó en la ventana, cerca de Emma justo cuando Regina llegaba a la sala, toda sonriente mientras se recogía el pelo tras la oreja. Neal alzó la ceja y noto la breve mirada que Regina le echó. Emma la miró confundida, Blanca sorprendida

—Regina —dijo—, si no te conociera diría que estás enamorada.

—Oh, y si yo te conociera a ti diría que los helados se te han pegado a las carnes —dijo Regina—. ¿Empezamos ya? Hay que ver como destruir a mi hermana

Y... volvió la Regina de siempre, pensó Neal sacudiendo la cabeza.

—Hay algo de su plan que no me cuadra —dijo Emma—: Regina.

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora