En que Neal resulta tener una hija cuando Gold, Emma y Henry llegan a su casa.
[ once upon a time x oc; neal x emma ]
@RolerWoman tiene también una versión de esta historia y os recomiendo mucho que os paséis por ella, pero insiste mucho en que publ...
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Aunque el apartamento era pequeño, estaba costando más de lo que parecía encontrar el libro de cuentos. Era un libro grande, ¿cómo podía ser tan difícil encontrarlo? Neal vio que Emma rebuscaba en el armario y decidió acercarse a ella con la intención de ayudar. Bueno, y de paso podía aprovechar para hablar con ella.
—¿Nada? —preguntó
Emma simplemente negó con la cabeza.
—Se que no te gusta la idea —dijo Neal
—¿A ti si? Neal, ¿de verdad quieres que Henry recuerde una vida en la que lo abandonamos, en la que se sintió solo gran parte, fue secuestrado...?
—No, no, claro que no —dijo Neal—. Pero es lo que hay que hacer. No hablo de la maldición ni de Zelena. Pero esa vida... era un sueño. Un bonito sueño pero del que también tiene que despertar.
—Lo se, y tienes razón, a mi tampoco me gusta mentirle —dijo Emma
—Además, Henry tiene más familia, familia que se merece que él lo recuerde —dijo Neal—. Y yo no puedo seguir teniendo que dejar a Elia a un lado por esto.
Emma suspiró y se apoyó en la pared del armario mirándolo, como si se acabara de dar cuenta de eso.
—Lo siento —dijo
Neal sonrió levemente
—Deberíamos seguir buscando ese libro.
Neal cogió varias mantas, por si el libro pudiera estar entre ellas. No descartaba ningún escondite. Y Emma se fijó en el baúl que había bajo ellas. Así que lo cogió para sacarlo del armario y dejarlo sobre la cama.
—Puede que esté aquí —dijo
Emma abrió el baúl y sacó varias cosas. Suspiró cansada.
—Solo hay abrigos, bufandas... pero el libro no está —dijo Emma dejándose caer en la cama después de volver a dejar todo en el baúl
—Un segundo, a ver —dijo Blanca acercándose a mirar.
Apartó las ropas del baúl y los rostros de ambas mujeres se asombraron cuando lo siguiente que sacó fue el libro de cuentos.
—No... no lo entiendo —dijo Emma
—¿Me lo dejas? —pidió Regina, Blanca le paso el libro—. Se que contiene capítulos de Oz y saldrá de quien era el corazón que Zelena estrujo para lanzar el hechizo. Porque si averiguamos lo que amaba, será su talón de Aquiles.
Regina salió, de la zona del dormitorio, y David y Neal la siguieron, no percatándose de que Emma y Blanca no fueron tras ellos desde el principio.
Elia no quería ir con Garfio. Pero Henry si, y no quiso dejar solo a su hermano con el pirata, así que, aunque a regañadientes, los acompañó hasta el puerto. Encima había empezado a nevar y hacía mucho frío. Se sujetó el cuello del abrigo intentando abrigarse más. En el puerto además se habían encontrado con otra persona, un hombre más bajo que Garfio, corpulento y con un gorro rojo, que Garfio les había presentado como señor Smee. Aunque Elia ya lo había supuesto.
