Un pirata en Nueva York

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Elia despertó gritando

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Elia despertó gritando. Sudaba como nunca. Estaba asustada. Había tenido una pesadilla horrible y respiraba rápidamente. Su madre no tardó en llegar corriendo a la habitación a consolarla. Se sentaba en su cama y la abrazaba hasta que conseguía volver a dormirse.

—Solo ha sido una pesadilla, mamá —le decía Elia cuando preguntaba—, no es nada.

Pero ya llevaban varias noches así.

Las pesadillas habían comenzado en Storybrooke, poco después del incidente con la varita. Siempre era igual, estaba en un lugar que no conocía, a veces era un bosque, otras unas cuevas. A veces incluso estaba vestida con ropa extraña. Si veía a alguna persona, esta no le hacía caso, como si ella fuera un fantasma. Y entonces, sucedía algo. Nunca conseguía recordarlo bien. Solo sabía que era algo malo. Algo muy malo que siempre le hacía despertarse gritando.

Tras la "muerte" de su padre, las pesadillas habían cambiado. Solo podía soñar con eso, miles de escenarios en los que su padre moría y ella no conseguía salvarlo. Con la ayuda de su madre y un profesional, había conseguido superarlo, las pesadillas habían parado por un tiempo. De vez en cuando tenía alguna, pero nada fuera de lo normal.

Pero desde que su padre había recordado, las pesadillas habían vuelto. No estaba segura de si había una relación. Pero no eran las pesadillas sobre su muerte, si no esas primeras pesadillas que habían comenzado en Storybrooke. Siempre la dejaban confundida, asustada y con un mal presentimiento, uno muy malo, como si algo horrible fuera a pasar.

No se había atrevido a hablarlo con nadie, ni siquiera con su padre. En realidad ni siquiera podía verlo mucho. Su nueva vida de los recuerdos falsos lo mantenía ocupado y sería difícil escaquearse así como así sin una buena explicación, pero Neal trataba siempre de encontrar algún momento al menos casi todos los días para estar con su hija. Lo más difícil había sido encontrar una historia que contarle a su madre y Tom. Pero no porque hubiera costado pensar algo que encajara, si no porque a Elia no le gustaba mentir a su madre. Siempre la había querido y se lo habían pasado bien juntas, pero el último año se habían vuelto especialmente unidas.

El colegio como siempre iba bien. Elia como siempre sacaba buenas notas y ella y Sophia no habían vuelto a hablar de lo sucedido aquel día. A veces, por culpa de las pesadillas, estaba un poco más dormida de lo normal en esas primeras horas de clase, pero intentaba que eso no le afectara, no demasiado. Un día hasta le pareció ver a alguien fuera del colegio. Pero era imposible. Lo achacó enseguida a su imaginación. Habría sido por la falta de sueño. El capitán Garfio, el mismo que había hecho daño a su abuelo, no podía estar allí. Además, apenas lo había visto un par de veces en Storybrooke, las dos muy de pasada. Sería muy fácil que se hubiese confundido.

Había estado segura de ello hasta el fin de semana siguiente.

Después de tres días sin verse, su padre al fin había encontrado por fin de nuevo un momento para estar juntos aquel viernes por la tarde. Salió del colegio emocionada y no dejó de hablar de lo que iban a hacer mientras volvía con Tom a casa en el coche. Comió con rapidez y subió a su habitación a hacer sus deberes. Le había prometido a su madre que haría todo lo que pudiera antes de que su padre llegara.

ONCE UPON A TIME (NEAL'S DAUGHTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora