En que Neal resulta tener una hija cuando Gold, Emma y Henry llegan a su casa.
[ once upon a time x oc; neal x emma ]
@RolerWoman tiene también una versión de esta historia y os recomiendo mucho que os paséis por ella, pero insiste mucho en que publ...
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Elia no quería abrir los ojos. Sabía que estaba tumbada en algo cómodo, tapada con alguna manta o algo así, pero no sabía donde. Ni siquiera sabía como había llegado allí. Alguien cogió su mano suavemente y le acarició la cara apartándole el pelo. Pero no era su padre. El no tenía las manos tan suaves. Pero ella se sentía agotada y solo quería dormir un mes entero. Y después, despertar en su cama, en su cama del apartamento en Manhattan, y que todo hubiese sido solamente un mal sueño. Quería volver a ver a su madre, a su hermanita, a Tom. Por una vez solo quería que las cosas fueran normales.
—¿Por qué no despierta? —escuchó la voz desesperada de su padre
—Hizo un gran esfuerzo, Bae —ese era su abuelo—, y todavía está aprendiendo. No va a recobrarse rápidamente. Lo hará, ya te lo he dicho, pero tienes que tener un poco de paciencia.
—¿Qué pasó exactamente, papá? —dijo su padre
Hubo unos segundos de silencio.
—No lo se —admitió Gold—. Pero lo averiguaré
—Bajad la voz —la voz de Bella sonaba más cercana que las otras—. Elia necesita descansar. Neal, ¿has dormido algo?
—No puedo —dijo Neal
—Tu también lo necesitas, vete —dijo Bella—. Nosotros cuidaremos de Elia
—No puedo dejarla, Bella —dijo Neal
—No creo que Elia quiera que te mueras de cansancio —dijo Bella suavemente
—Está bien —dijo Neal—. Solo un rato.
—No... no te vayas, papá —no pudo evitar mascullar Elia abriendo un poco los ojos
—¡Elia! —dijo Neal corriendo a agacharse al lado
Elia hizo un esfuerzo por abrir del todo sus ojos y enfocar el lugar en que estaba. Era la trastienda de la tienda de su abuelo. Había pasado ya allí varias tardes con Bella. Y ella estaba tumbada en un pequeño catre junto a la pared. Bella era quien cogía su mano, sentada en un borde del catre. Su abuelo también estaba ahí, de pie detrás de Bella
—Lo siento, papá —dijo Elia
—¿Qué? ¿Por qué lo sientes? —dijo Neal
—Por no hacerte caso —dijo Elia—. Yo... yo no sabía...
Los sollozos ahogaron su voz, aunque ella intentaba no llorar.
—No, no, Elia, calla, no pasa nada, ¿vale? —dijo Neal acariciándole el pelo—. Lo importante es que estás bien.
—¿Y Henry? —preguntó Elia sintiéndose culpable por haber arrastrado a su hermano
—También está bien, no te preocupes —dijo Neal
—¿La bruja...?
—Zelena ya no puede hacernos nada —dijo Bella dulcemente
