Alexandra Danvers
Desperté por inercia ya que no suelo dormir bien por ciertas situaciones de mi vida que ya iré relatando a continuación y ahora estoy en un dilema mental para no levantarme, ya que significa que debo de ir a clases y no quiero la verdad.
Mamá: Alex, levántate que vas tarde al colegio.- murmuró moviéndome suavemente.
No quiero, mamá.- dije bufando.- Ya estoy muy cansada de estar yendo a un lugar que no me agrada.
Mamá: Vamos, Alexandra Danvers no me hagas enojar y sal de esa cama ahora.- dijo seriamente.
Está bien, mamá, ya salgo de mi preciada cama.- dije revolcándome en mi cama. Con mucha flojera salí de mi cama y tomé mis prendas para darme una ducha de agua fría para despejarme del sueño que me enmarco. Me duché rápido como me alistó a mi tiempo porque la hora me gano y desayuné algo ligero.- ¡YA ME VOY!.- grité para que me escuche.
Mamá: Ok, cuídate Alex.- dijo fuerte desde la cocina.
Aunque vaya tarde al colegio, caminé con una enorme paciencia porque me da flojera ir a clase y aparte ese señor de matemática siempre llega tarde a nuestras clases y ni siquiera entiendo su materia, iré a comprar un café muy cargado.
Hola, chicas.- dije bostezando.
Bárbara: Alguien no durmió bien por aquí, Hellen.- dijo molestándome.
Hellen: Me huele a que tuvo una noche muy movida por eso que no durmió.- dijo sonriendo.
Como me molesten no les daré, lo que compre en el camino.- dije con una pequeña sonrisa.Bárbara: ¿Qué compraste?.- dijo expectante.
Lo que siempre pides en la cafetería de al frente.- dije sonriendo.Hellen: Eso sí que no, dame mis donas.- dijo señalándome.
No, porque me molestaste.- dije sacándole la lengua. Pero mi sonrisa llena de satisfacción duro muy poco porque me quitó mi delicioso café que necesito para despertar.- Hellen, trae mi café, por favor.- dije parándome de mi asiento.
Hellen: No, hasta que me des el mío.- dijo retrocediendo.
Hellen, dame mi café, por favor.- dije siguiéndola.
Hellen: ¿Si lo quieres? Ven por tu café.- dijo sonriendo en grande y empezó a correr por el salón.
La alcancé llegando a la salida de nuestra sala y se lo arrebate de sus manos, me di la vuelta para irme lejos de ella y al correr unos pasos, sin darme cuenta de que alguien venia caminando hacia a mí, choque con esa persona haciendo que mi café se derramé en mi ropa quemándome.- ¡DIABLOS, HELLEN!.- dije adolorida.- ¡DUELE, CARAJO!.- gemí de dolor.
Hellen: Perdón, Alex no quería lastimarte de esta manera.- dijo preocupada.
Bueno, lo hiciste.- dije adolorida por el café.
Escuché a la otra persona maldecir por lo bajo porque al parecer le cayó de mi café caliente, mejor dicho hirviendo, observé de quien se trata y es de una mujer que en mi vida había visto y se ve tan hermosa aquella mujer desconocida.
Hellen y Bárbara se dieron cuenta de mi cara de estúpida y me sacaron de mis pensamientos moviéndome algo fuerte de mi brazo.- Perdón, por la quemadura y permiso debo ir a cambiarme.- dije saliendo del salón porque duele horrores
Tuve que regresar por mi chaqueta para retirarme la camisa azul, así que debía reemplazar por mi chaqueta y agradezco a ver venido con jeans. Fui a enfermería para que me den una crema para el alivio de dolor ya que me duele demasiado,
Buenos días, señorita necesito que me ayude.
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Lo Prohibido Sale Caro
Teen FictionEn un mundo donde el dolor y los secretos tejen una red oscura alrededor de las vidas de quienes se atreven a amar, emerge la historia de Alexandra Danvers y Samantha Arias. Alexandra, atrapada en un torbellino de abusos y silencios, encuentra un ra...