Se podía ver como en el gran espacio, estaban dos seres que conocemos a la perfección.
El dios de la destrucción Bills, y su ayudante Whis.
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Los dos parecían estar buscando algo.
Y el hecho de que el universo sea infinito con una infinidad de dimensiones no ayudaba.
Bills: Y bueno Whis?
Whis: Parece que tampoco es en esta dimensión.
Bills: Tch. Rápido, hay que seguir buscando. Ese poder que sentí no es algo que pueda dejar pasar.
Whis: Lo entiendo señor. Revisaré de nuevo para asegurarme en que dimensión fue.
Lo dijo mientras que comenzó a buscar en su báculo.
Parecía ser que esto era algo serio.
Este estaba muy concentrado en sus pensamientos haciéndose preguntas pero en eso, se atención fue llamada por el ángel.
Whis: Lo encontre. Tenemos mucha suerte señor, la dimensión de donde vino esa muestra de poder a nuestro punto actual nos queda a solo 5 minutos.
Bills: Bien, y que estamos esperando, vamos.
Whis: Muy bien.
Con eso dicho, ambos comenzaron su camino hacia un planeta el cual es bastante conocido para todos.
La tierra....
Unas horas atras...
Durante esta época, los dragones reinaban el planeta.
Cientos de ellos se miraban volando por los cielos.
Habían personas que odiaban a los dragones pero habían otras que los adoraban y incluso los aceptaban en sus pueblos.
Esta era el caso de un pueblo el cual estaba en unas montañas.
En este, se podía ver como los dragones volaban por todos lados mientras que a las personas no les parecía molestar en nada.
Todo era paz, y tranquilidad en su pueblo.
Justamente en este pueblo, podemos ver a un niño de pelo azul el cual estaba corriendo por las calles.
Este era perseguido por un señor el cual se miraba molesto.
Señor: Niño ladrón! Devuélveme los panes que te robaste!
Lo grito mientras seguía corriendo detrás del niño el cual en efecto, tenía panes en sus manos.
El niño era mas rápido que el señor y al ver que este se iba a salir con la suya dio una sonrisa pero en eso, este fue detenido por un garra gigante la cual bloqueo su camino.
Eso hizo que el niño parara de correr y viera que esa garra era de un dragón.
