En el universo de Haikyuu..
Mai Sakurai una chica alegre y competitiva vuelve a su pais de origen luego de 8 años de vivir en Estados Unidos y jugar como capitana en el equipo femenino de Voley. Vuelve con ganas de jugar en un equipo y ser la mejor...
Nuestro primer partido iba a ser contra Nekoma, algo que me ponía muy ansiosa. No habíamos ganado ningún partido hasta ahora contra ellos, algo que me motivaba aún más.
Ukai nos dio unas palabras antes del partido y nos adentramos a la cancha, todos entusiasmados.
—¡Mai! —me llamó Ukai antes de que pudiera adentrarme a la cancha.
Me giré para verlo.
—Analiza bien todas las jugadas, con calma —me aconsejó con una sonrisa motivadora.
Le sonreí y levanté un pulgar en señal de aprobación.
Hace unos días había hablado con Ukai sobre mi jugabilidad en el partido y cómo podría detectar por dónde venían los remates de forma más eficiente. Ukai me aconsejó que mirara con más atención al colocador, especialmente si jugábamos contra Nekoma, ya que Kenma era hábil para confundir a sus oponentes. Sin embargo, ya había aprendido varias cosas de él al verlo jugar desde afuera.
El partido comenzó. Un jugador del otro equipo sacó con fuerza, pero lo recibí de manera eficiente. Kageyama armó para Asahi, y este atacó con fuerza, pero su líbero lo pudo recibir. Kenma armó la jugada, miró hacia su compañero como si fuera a colocarle a él, pero en una colocación rápida le armó al chico alto de ojos verdes. Ya sabía cómo jugaba Kenma, por lo que me moví rápidamente y me coloqué exactamente donde remataría el chico alto, logrando recibir la pelota y elevándola alto. El jugador del equipo contrario había atacado con tanta fuerza que me empujó hacia atrás.
Me encontraba con una sonrisa de oreja a oreja, satisfecha por haber recibido como quería y detectado la jugada del rubio. Por otro lado, el peliblanco se encontraba confundido y Kenma me miraba sorprendido por haber detectado su jugada.
—No eres el único que analiza, Kenma —dije con una sonrisa desafiante al ver su rostro levemente sorprendido. Pude ver cómo una leve sonrisa se formaba en la comisura de sus labios.
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El partido transcurría con intensidad. Daichi recibió la pelota, permitiendo que Kageyama le armara a Hinata para uno de sus ataques rápidos, pero el peliblanco alto de Nekoma lo bloqueó. Me lancé tratando de cubrir, pero no lo logré.
Nekoma nos anotó otro punto, lo que nos llevó al descanso. Sentada, tomaba agua de mi botella mientras pensaba en cómo cubrir la pelota en caso de bloqueos. Como líbero, debía salvar la pelota de alguna forma u otra. Mi pierna subía y bajaba con ansiedad mientras repasaba cada momento y las posibles maneras de reaccionar rápidamente.
Volvimos al partido, pero esta vez, Nishinoya estaba dentro y yo observaba desde afuera, impaciente. Kageyama salvó la pelota, permitiendo que nuestro capitán la cubriera y que Asahi atacara. Sin embargo, tanto Asahi como Hinata saltaron buscando el ataque, chocándose en el aire y provocando que el pelinaranja cayera de espaldas al suelo.
