En el universo de Haikyuu..
Mai Sakurai una chica alegre y competitiva vuelve a su pais de origen luego de 8 años de vivir en Estados Unidos y jugar como capitana en el equipo femenino de Voley. Vuelve con ganas de jugar en un equipo y ser la mejor...
El primer partido contra Tokonami había concluido con una victoria exitosa para nuestro equipo. Aunque no participé mucho en este encuentro, decidí quedarme como suplente debido a que estaba distraída. Sabía que en ese estado no podría rendir bien en la cancha. Tenía muchas preguntas en mi mente y muy pocas respuestas, pero eso no importaba. Tendría que concentrarme, ya que me tocaría jugar la mayor parte del próximo partido contra Dateko.
-Mai, nos tenemos que ir- Me aviso Ukai parado al frente mio ya que me encontraba todavia sentada con la mirada perdida.
-¿Eh?.. Lo siento, ya los alcanzo- Le respondi sonriendo falsamente pero el lo llego a notar.
Se sento al lado mio mirando hacia el frente.
-¿Es por el apodo, no?- Me pregunto tranquilo.
Yo levante la cabeza para mirarlo soprendida y avergonzada ¿Tanto se notaba?
Solte una risa amarga y asenti cabizbaja.
-Ustedes me conocian.. conocian la mala fama que tenia y el fracaso que hice en las nacionales de Estados Unidos ¿Por que dejaron que entre?- Pregunte confundida y frustrada, ya podia sentir el doloroso nudo en la garganta.
-¿En serio piensas que todo lo que dicen de ti es cierto?- Me pregunto esta vez mirandome a mi, yo levante la cabeza para mirarlo.
-Ukai, yo era la capitana, yo tenia que ser la mejor.. pero deje que hagan punto y logre que quedemos descalificadas.. No merezco ni estar aqui- Le respondi con la voz entrecortada por la angustia y con los ojos severamente llorosos.
-Mai, no digas eso.. No fue tu culpa lo que paso en las nacionales, realmente eres una muy buena jugadora- Hizo una pausa para suspirar- Y te mereces estar aqui y mas, realmente le das vida a los chicos, desde que te uniste las cosas han sido totalmente diferentes y para bien- Continuo hablando.
Las lagrimas caian por mis mejillas rojizas, nublaban mi vista por la cantidad que se acumulaba en mis ojos. Tuve que apretar mis labios para no hacer ningun ruido.
-Mai, eres importante aqui y no dejes que los estupidos apodos te afecten. Eres mas que eso..- Hablo y se paro en frente mio, extendiendome la mano- Eres el angel de Karasuno.- Me dijo motivado viendome con una sonrisa.
Maldita sea como amo estar aqui.
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Luego de un descanso, llego el partido contra Dateko, la competitividad me invadia en el cuerpo y con ello la euforia de querer jugar. Estabamos calentando, pero la tribuna de Dateko era bastante ruidosa por lo que me hacia desconcentrarme mientras estiraba.
-Tsk, que molestos..-Solte para mi misma.
-¿Nerviosa Mai?- Vino a preguntarme Noya.
-Para nada, estoy mas que lista- Le respondi decidida y el me sonrio motivado.
