Cap 65: Un punto para el corazon

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Mai

El primer punto lo había hecho el gran Ushijima. Sus remates eran verdaderamente monstruosos, tan poderosos que ni siquiera Nishinoya, nuestro escudo, había podido recibirlo. Iba a ser un partido durísimo, lo sabía. Además, era nuestra primera vez jugando a cinco sets. Aunque yo ya había participado en algunos antes, sabía lo agotador que podían ser.

Desde la banca, observaba el partido con nerviosismo. Shiratorizawa seguía sumando puntos, aprovechando los errores absurdos que cometíamos. Se notaba que los chicos estaban tensos, pero no podía culparlos. Incluso desde afuera, el ambiente era abrumador, y yo misma sentía los nervios corroerme.

—¡Calmense! ¡No pueden autodestruirse así! ¿¡Es la tele lo que los pone nerviosos!? ¡No fastidien!— Suga explotó a mi lado, su voz resonando con furia.

El grito me sobresaltó. No era común ver a Suga tan enojado, y al parecer, el árbitro tampoco estaba muy contento, ya que le lanzó una mirada severa.

Decidí intervenir para calmar la situación.

—Tranquilo, Suga. El referi ya nos está echando el ojo— dije suavemente, tocando su brazo.

—¡Pero es que...!— comenzó a replicar con frustración, pero al verme, su expresión se suavizó. Dejó escapar un suspiro largo. —Tienes razón... Lo siento, Mai, trataré de calmarme.

—Por mí, sigue regañándolos, pero el problema es el señor de allá— respondí señalando al árbitro, tratando de contener la risa.

Suga soltó una pequeña risa, pero el sonido del silbato nos sacó de la conversación y volvimos al partido.

Shiratorizawa continuaba aumentando su ventaja, pero finalmente, Tanaka rompió el hielo y logró anotar nuestro primer punto.

—¡Bien, Ryu!— grité desde la banca, alentando a todo pulmón.

Cuando Shiratorizawa llegó a los 8 puntos, Ukai pidió un tiempo para reagruparnos. Habló sobre la importancia del bloqueo y la defensa, buscando calmarnos y enfocarnos. Al terminar, todos volvimos a nuestras posiciones, pero antes de hacerlo, me acerqué a Nishinoya, que parecía algo frustrado.

—Tranquilo, Noya. Sé que en el próximo lo vas a recibir— le dije con una sonrisa de ánimo.

Él exhaló profundamente y su rostro se relajó.

—Gracias, Mai— me respondió con una leve sonrisa.

Sin pensarlo, revolví su cabello amistosamente. Nishinoya, sorprendentemente, se sonrojó levemente, lo que me hizo sonreír aún más. Pero lo que no esperaba fue que tomara mi mano entre las suyas, acercándose unos pasos.

—Mírame, Mai... Solo a mí— dijo con un leve rubor, pero con una seriedad que me dejó sin palabras.

Me quedé congelada, sorprendida por su repentino gesto, incapaz de decir nada mientras él se alejaba hacia la cancha. Antes de poder procesar lo que acababa de pasar, Tanaka apareció detrás de Nishinoya.

—Parece que tenemos tortolitos en el equipo— dijo Tanaka, dándole una palmada en la espalda a Nishinoya con una sonrisa burlona.

—¡Basta, Ryu!— protestó Nishinoya, visiblemente avergonzado.

Giré mi mirada hacia la cancha, y me encontré con los ojos de Kageyama. Su mirada era intensa, pero no dura como de costumbre; había algo más ahí, algo casi suplicante. Sentí un leve tambaleo en mis piernas al verlo señalarse a sí mismo antes de acomodarse junto a los demás.

¿Qué significaba esa señal? Mi mente estaba revuelta, pero no había tiempo para procesarlo. El partido continuaba, y cada segundo era crucial.

Me acomodé junto a los demás de reserva mientras el partido volvía a comenzar. Sentía la ansiedad recorrer todo mi cuerpo, y esa tensión se incrementó al ver cómo otro remate monstruoso de Ushijima se dirigía directamente hacia Nishinoya. El "guardia" de Karasuno parecía tener todo bajo control, pero el balón rebotó en sus brazos, desviándose fuera de los límites de la cancha. Era increíble que ni Nishinoya pudiera recibirlo, pero entendía perfectamente el desafío. La pelota daba un giro tan extraño que la hacía casi imposible de controlar.

Entre redes y corazones- Haikyuu!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora