Cap 73: Hasta que nos volvamos a encontrar

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—FLASHBACK—

El crepúsculo teñía el cielo con tonos anaranjados y rosados. Mai y Kageyama caminaban juntos por un sendero que bordeaba el parque cerca de la escuela, las luces de los postes comenzaban a encenderse, bañando el lugar con una luz suave. Habían terminado de entrenar hace poco, y el cansancio se sentía en sus cuerpos, pero ninguno de los dos quería despedirse aún.

—Nunca te cansas de esto, ¿verdad? —preguntó Mai, girando la cabeza hacia él. Lo miró con una mezcla de admiración y curiosidad. Sabía que Kageyama nunca parecía detenerse, siempre empujándose más allá de sus límites.

Kageyama frunció el ceño, confundido por la pregunta—. El vóley es lo que me mantiene enfocado. No me veo haciendo otra cosa —dijo con la seriedad característica de él.

Mai soltó una pequeña risa, sabiendo que esa respuesta lo definía perfectamente. Aún así, una sensación de inquietud empezó a recorrerle el cuerpo. Miró el cielo que empezaba a oscurecerse, y la idea de perderse de vista, de que uno de ellos desapareciera de la vida del otro, cruzó por su mente.

—¿Alguna vez has pensado qué pasaría si uno de los dos desaparece? —preguntó Mai de repente, su tono suave, casi tímido. Kageyama la miró de reojo, sorprendido por la pregunta.

—Devuelta con una de tus preguntas locas —dijo Kageyama, soltando un suspiro y rodando los ojos con una sonrisa apenas perceptible. Mai rió ante su respuesta, pero el tono suave de su risa se apagó pronto.

—Hablo en serio —dijo ella, mirando el suelo mientras caminaba—. Si un día... tú o yo simplemente dejáramos de estar aquí.

Kageyama la miró de nuevo, esta vez con más atención. —¿Desaparecer? —preguntó, frunciendo el ceño como si tratara de entender lo que ella quería decir—. ¿A qué te refieres?

Mai suspiró, girando la cabeza para mirarlo de frente. —A veces me pregunto... si la vida nos llevará por caminos distintos. Si uno de los dos tuviera que irse lejos, o dejar de estar aquí. ¿Qué haríamos entonces?

El silencio se apoderó de la conversación por un momento. Kageyama, siempre directo y práctico, no estaba acostumbrado a este tipo de conversaciones. Sin embargo, ver a Mai tan seria, con una tristeza que parecía filtrarse a través de su habitual sonrisa, lo afectó de una manera que no esperaba.

—No dejaría que eso pasara —dijo con firmeza, sin dudar. Su tono era tan directo como siempre, pero había algo más en su voz, una calidez que pocas veces dejaba entrever—. Si algo así sucediera... te encontraría.

Mai lo miró sorprendida. No esperaba una respuesta tan determinada. —¿De verdad lo harías? —preguntó, su corazón latiendo más rápido.

Kageyama asintió con la misma seriedad de siempre. —Si tú te vas o desapareces, iría a buscarte. No importa dónde estés. —Sus ojos la miraban fijamente, con una intensidad que hizo que Mai contuviera la respiración—. No dejaría que te quedaras sola.

La convicción en sus palabras la llenó de un alivio inesperado, pero también la hizo entender cuánto significaba ella para él. Kageyama no era del tipo que hacía promesas a la ligera, y cuando lo hacía, las cumplía.

—Entonces hagamos una promesa —dijo Mai, extendiendo su mano hacia él—. Si alguna vez uno de los dos desaparece, o si algo va mal, sea donde sea... el otro lo buscará. No importa lo lejos que esté, no importa cuánto tiempo pase. Prometemos que siempre nos encontraremos.

Kageyama la miró por un segundo, como si considerara la gravedad de esa promesa, y luego tomó su mano firmemente. El contacto de sus manos selló algo profundo entre ellos, algo que las palabras no podían describir completamente.

Entre redes y corazones- Haikyuu!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora