Cap 50: Enojos y arrepentimientos

1.4K 146 32
                                    

Mai

Faltaban menos de dos meses para que empezaran las eliminatorias y cada uno de nosotros ya había empezado con los entrenamientos individuales. Por mi parte, había estado perfeccionando mis reacciones rápidas; quería ser capaz de salvar la pelota en caso de bloqueos o remates potentes.

—¡Atención, chicos, entrenarán en pareja!— anunció Ukai.

—¡Noya!— lo llamé alargando la última letra mientras iba hacia él a saltitos, y él se me acercaba de igual manera, sonriente.

—¡Mai!— me respondió viniendo hacia mí.

—Pero las elegiré yo,— terminó por decir Ukai mientras iba a buscar el canasto de pelotas.

Automáticamente, Nishinoya y yo nos quedamos estáticos. Había estado entrenando con él mucho tiempo; los dos sabíamos las debilidades y fortalezas del otro. Realmente me entendía muy bien con él y me gustaba pasar tiempo juntos, me hacía olvidarme de todo.

—¡No se vale, ya estaba por ponerme con Mai!— soltó decepcionado, haciendo un puchero Nishinoya.

—Por eso mismo, quiero que entrenen con alguien totalmente diferente a ustedes. Cuando estén en un partido no conocerán nada de sus rivales, así que pónganse en ronda que los emparejo,— ordenó Ukai.

Solté un suspiro decepcionado, pero igualmente me llevaba bien con todos del equipo; hablaba con todos... a excepción de una persona, Kageyama. ¿Pero qué probabilidades hay de que me toque con él? Pocas...

Todos nos reunimos y nos pusimos en ronda alrededor de Ukai, esperando sus emparejamientos.

—Mhm, Hinata con Daichi, Tanaka con Tsukishima...— Empezó a emparejar uno por uno Ukai a cada uno y, de repente, las probabilidades de estar junto a Kageyama aumentaron.

Lo miré inevitablemente y pude ver su típica cara indiferente, seria y decidida. Así no lo veía antes; antes me gustaba verlo sonreír más, pero desde lo que pasó aquella vez, no hablamos más, algo que al principio me dolió muchísimo. Quería hablar con él como siempre, sacarle aquellas sonrisas tímidas o hasta risas, pero ahora, como dijo él, solo éramos simples compañeros de equipo.

—Nishinoya con Yamaguchi y por último Kageyama con Mai. Hagan primero ejercicios de saque y recepciones,— anunció Ukai para darse la vuelta e irse.

Sentí como mi corazón inevitablemente latía más fuerte. No habíamos hablado mucho en este tiempo y las últimas veces que habíamos hablado era de mi parte para tratar de acercarme, pero él me alejaba.

Todos se emparejaron con sus parejas y fueron a agarrar una pelota cada uno, pero yo me quedé quieta. Me giré para verlo y él estaba igual. Alzó la mirada y nuestras miradas se conectaron por unos segundos, pero la aparté. Debía mantener distancia; él me había alejado y yo no iba a estar detrás de él como un perro.

—Iré a buscar una pelota,— dije mientras me aclaraba la garganta y me dirigía al canasto de pelotas.

Luego de unos segundos, agarré la pelota y me giré para localizar dónde se había ubicado Kageyama. Estaba a un costado de la cancha, esperándome. Inhalé y exhalé, juntando el valor para mantenerme distante con él, y me dirigí hacia él.

—¿Tú quieres sacar y yo defiendo?— le pregunté, tratando de sonar lo más neutral posible.

Kageyama.

Me costaba ver a Mai de vez en cuando. Ahora me hablaba tan distante y fría que parecía otra persona. Ella siempre te hablaba con dulzura y una sonrisa que te calmaba cualquier pesar, pero ahora ni siquiera me miraba a los ojos. Entendía por qué: yo la había alejado. ¿Cómo me había permitido siquiera pensar que tendría una mínima chance con ella solo por dormir juntos? Sabía que Kuroo estaba detrás de ella, y ese día se veían tan bien juntos. Había escuchado todo, sabía que se habían besado. No tenía sentido seguir ilusionándome, así que era mejor mantener distancia. No iba a negar que ese día sentí un nudo en la garganta que nunca había sentido, pero era cosa del pasado. Ahora solo éramos compañeros de equipo, ¿no?

Entre redes y corazones- Haikyuu!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora