Till There Was You: Every Now and Then (Spanish Version)

Oh, my love, my darling I've hungered for your touch a long, lonely time

Unchained Melody - The Righteous Brothers

Que te quede bien claro.

 Donde acaba tu boca, ahí empieza la mía.

Mario Benedetti

—¿Y por qué yo a ti te llamo «Darling»? —inquirí para molestarlo.

—Me llamas darling por la canción de los Beatles. —Sonrió orgulloso por saber la respuesta.

—¿Y tú por qué me lo dices?

—Porque te gusta más que Destiny. —Articuló una mueca.

Y un rato más tarde, la positividad deslumbrante tan característica de Hope apareció como una estrella fugaz:

darling 💜

—Porfa, no estés sad —me pidió entonces con su voz en vivo y en directo.

—Solo estoy sad porque queda mucho para el viernes.

—Pero tenemos casi una semana para hablar sobre lo que va a pasar el viernes —dijo el maldito y positivo de Hope.

—Hay que aprender con lengua —sugerí entonces.

—¿O sea que nos atrevemos con lengua el próximo viernes?

—Ummh, ve preguntando por ahí cómo se hace. —Aguanté la carcajada—. Vale, no.

—Naa, eso es como te dije. —Pero como no argumenté nada, siguió él—: Darling, ¿nos aventuramos o prefieres esperar un poco?

—¿Tú no lo has hecho antes?

—No, darling. Lo único que había hecho yo eran dos medio rollos. Que fue lo que hicimos el viernes... Bueno, tres con ese.

—Bueno, fue un rollo, lo que pasa es que duró poco.

—Naa... Bueno, yo lo considero medio rollo casi. —Frunció los labios.

—Estaba nerviosa, pendejo de mierda. —Y procedí a seguir maldiciendo.

—Che, darling, el viernes hacemos lo que quieras; me vale con estar contigo.

💜

—No quiero que siempre hagamos lo que yo quiero —contradije—, tú tienes voz y voto. —Entonces recordé lo que él me había dicho de que le dijese las cosas cuando me molestasen—: Eso. Eso es lo que me molesta.

—También hacemos lo que quiero —respondió con delicadeza—. Solo un beso, ¿recuerdas?

—No quiero hacer solo lo que yo quiera —seguí con mi discursito—. ¿Qué pasa contigo sino?

—Darling, es que lo que tú quieres también quiero yo.

—¿Solo disfruto yo? —Ya ni lo estaba escuchando; solo quería que él también fuese feliz—. Darling, que no. Algo tiene que haber que tú quieras hacer.

—Darling, ya sabes lo que quiero —contestó—. Quiero rollo contigo como ayer; aventurarme a hacerlo con lengua, y si no sale, volvemos a lo de ayer. Y quiero estar como ayer; quiero pedirte un beso y darte 100. Quiero agarrarte y pegarte a mí. Quiero reírme contigo. Me vale con eso; no pido más.

—¿Seguro? —pregunté ahora ruborizada por su declaración.

—Si quieres algo más, yo también. Ya está.

—No es justo, Darling, porque yo te pedí lo del cuello pero tú no pides nada...

—¿Qué puedo pedir yo?