Till There Was You: Every Now and Then (Spanish Version)

You're the closest to heaven that I'll ever be

Iris - The Goo Goo Dolls

We live in a World where we have to hide to make love,

while violence is practiced in broad daylight. 

John Lennon

Volvimos a estar en llamada en cuestión de tiempo.

Como era de esperar, por mucho que nos diésemos las buenas noches, creo que alguno de los dos habló por el chat de Instagram y acabamos escuchándonos por el auricular de nuevo:

—Es que bien que no quisiste agarrar por caballero —me quejé.

—Traumatismo —alegó el maldito.

—Como no me agarres de las tetas mientras me besas el cuello el viernes, me levanto y me voy. —Y como no respondió a mi amenaza, insistí, firme—: Darling, olvídese de todo lo anterior a mí.

—Bueno —contestó entonces.

—Qué pasivo eres. —Articulé una mueca, aunque la verdad es que quería reírme.

—Pero no quiero que parezca que te estoy usando o algo; no quiero aprovecharme —admitió en un susurro temeroso.

—¿Y por qué iba a pensar eso?

—No quiero pasarme.

—Yo te digo si te pasas —intenté tranquilizarlo—, pero lo dudo.

—Prefiero que no me lo tengas que decir.

—Pues dejaré que sigas.

—Cortaré antes de que creas que me estoy pasando —pareció decirse a sí mismo.

—Entonces me vas a cortar el rollo —deduje—. Darling, que ya te dije que es difícil molestarme.

—Pero no imposible.

—La única manera de enfadarme es mintiéndome. Y es lo último que espero de ti.

—No soy un mentiroso, darling.

—Pues ya está.

—Pero tampoco quiero ser pesado —continuó.

—Que no me vas a molestar nunca —le aseguré—. ¿Pesado por pasarlo bien?

—Yo quizás sí, pero tú puede que no.

—Yo siempre me lo paso bien contigo, Darling. —Y para que quedase claro, añadí—: Cuando quedamos, es como si realmente viniese el sol... y eso que quedamos por la tarde ya entrada.

—Yo, darling... —No me gustaba que Hope dudase, porque desde el principio me había atraído su seguridad, su positivismo, sus ganas por vivir— ... quiero que eso siga así. Si me paso o me pongo pesado, dímelo y párame —pidió.

—No lo vas a hacer, Darling.

—Pero creo que no lo soy —admitió dubitativo sin hacerme caso.

—¿El qué no eres? Pesado no eres; quítate esa idea de la cabeza porque no es cierto. Si lo fueses, no intentaría responderte los mensajes al momento ni quedar contigo.

—Pero me da miedo pasarme en algún momento —cuchicheó en bajito, confidente.

—No te vas a pasar, Darling, porque tenemos una semana para hablar de lo que vamos a hacer el viernes... No te vas a pasar. —Y para disipar el ambiente con algo que le hiciese gracia, añadí—: Porque ya sabes que me gusta que me toquen por debajo de la camiseta.

—Bueno. —Y esta vez parecía más convencido.

—Ay, Darling. Si te preocupa otra cosa, dímelo. —Hope negó, pero yo seguí hablando—: Que seguro que solo estás paranoico como yo.