Darling, so it goes Some things are meant to be

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Can't Help Falling In Love - Elvis Presley

Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo.

Mario Benedetti

—Ya no me gustas —anuncié cuando Hope me mandó un vídeo.

Shut the fuck up —dijo sobre mi queja.

—Shhh, me respetas... —Una sonrisa canalla suavizó sus labios— ..., que soy tu reina.

—Sí, eso. —Me siguió el rollo, jactándose de mí.

—Sip, que me acuerdo de que cuando empezamos a hablar te decía eso.

—Yep but shut the fuck up.

Maldito Hope.

—Ven y cállame tú... O a lo mejor te llevas otra cobra. —Me mordí el labio—. Na, en verdad no lo voy a hacer; fue instinto.

—O sea que tu instinto es evitar mis besos, muy bien, hmm... —lloriqueó el maldito de Hope.

—Ño, es evitar besar mal... Darling, ¿quieres saber una cosa que me pone mucho?

—Cuenta —me pidió, confidente.

—Que te lamas los labios. —Suspiré—. Lo haces con sutileza..., no sé, me gusta mucho.

—Lo hago bastante. —Frunció el labio.

Yeah, I know.

—Contigo se me secan rápido, y me los lamo —explicó.

—Porque te soplo —se me ocurrió al vuelo.

—Debe ser. —Su risa suave me acarició desde su lado hasta el mío.

—Yo pensé que en algún momento te cansarías y terminarías lanzándote.

—No, porque me harías la cobra —siguió lloriqueando.

—Cuando te la hice no estabas tan cerca, por eso me dio tiempo a reaccionar.

—Ya, pero con los ojos cerrados yo no sé qué tan cerca estás —titubeó.

—¿Ni por la voz? ¿O cuando te soplo?

—Sí, pero si soplas no hablas. —Articuló una mueca.

—Tranquilo que ya no te voy a pedir que cierres los ojos; creo que ya no tengo vergüenza —prometí a la vez que intentaba creer en mis propias palabras.

Hope sonrió sorprendido:

—Menos mal. Estoy deseando que llegue el viernes. —Emitió su ruidito.

—Lo siento. —La verdad es que debía de ser un tanto molesto que alguien evitara tus besos.

—Nada que lamentar —susurró—. Moló animarte a lanzarte.

—¿Cómo? ¿Sobornándome con un Snicker? —intenté bromear.

—Cuando cerraba los ojos y eso, molaba, porque para mí era como una sorpresa si lo hacías.

—Que no lo hacía, pero bueno. —Hundí los hombros.

—Lo hiciste —intentó darme ánimos.

—Cuando te besé antes de volver a pintarme los labios, tenías los ojos abiertos, ¿no? —pregunté con curiosidad.

—No me acuerdo. —Bostezó.

—Mañana es miércoles; solo dos días más... Bueno, ya es miércoles —dije deseosa.

Till There Was You: Every Now and Then (Spanish Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora