Hold On - John Lennon
Los sentimientos son inocentes como las armas blancas.
Mario Benedetti
—La representación del amor..., es un asco, pero es así.
Sonrió y me supo extraña su sonrisa, así que pregunté a qué se debía:
—Que yo al amor lo veo como a un canguro subido a un alcornoque.
—¿De verdad? —Mi curiosidad se adelantó a mí.
—Sip.
—Explica eso.
—Un sinsentido —se limitó a decir con esa sonrisa.
—También es verdad, pero a veces vale la pena.
—Como los canguros subidos a alcornoques. —Fue mi momento de sonreír.
—Darling.
—Dígame.
—Hoy descubrí otra cosa que me pone, pero no te la voy a decir, que puedes hacerlo y no. —Lancé el anzuelo.
—Uff, dime, dime.
—Ño.
—Si no me lo vas a decir, ¿por qué me lo cuentas? ¿Para hacerme daño? —Emitió un sonido lastimero.
—Tú me has tenido pensando todo el día, Darling.
Aunque me había encantado hacerlo.
Era un placer haber nacido en la misma época que Hope.
Hasta que me había puesto triste por sobre pensar.
—No a propósito.
—Apareciste en mi vida, así que hiciste algo. —En realidad no era un reclamo hacia él; estaba agradecida de ello.
Agradecida de él.
—Encima lo dices como si fuese culpa mía. —Fingió demencia, pareció pensárselo—. Ok, ok, tú ganas, no me lo cuentes.
—Nono, porque sé que lo vas a hacer y no —farfullé con una sonrisa en los labios.
—Lo averiguaré.
—Bueno, bueno, te lo cuento, que tú me contaste lo del brocode. —Reí mientras lo apaciguaba.
—Emm..., no te lo he contado. —Rio flojito—. Pero adelante, cuéntame y te cuento lo del brocode.
Me lo imaginé cruzando los brazos sobre su pecho y esperando a que me explicase.
Pero me sorprendió cuando empezó él con lo del código que había hecho con sus amigos en una hora libre del instituto, de hecho, les cundió para redactar unas 50 normas por lo que me explicó.
—¿Y qué tiene que ver conmigo? —cuestioné cuando terminó de contármelo.
—Porque dijiste que eras hombre, así que si lo eres, debes cumplir el brocode. Ahora te toca.
—Lo peor es que dos veces entré a baños de tíos pensando que eran los de chicas. —Me quedé pensativa.
—Bien, bien, ahora dime: ¿qué es lo que te pone?
—Bueno, a ver, imagínate que te has apoyado en una mesa, tipo la cadera. —Asintió y seguí—: Y estás como haciendo un triángulo con las piernas, y que yo me ponga delante pero te levantes y me mires desde arriba..., no sé por qué, pero me pone la idea.
ESTÁS LEYENDO
Till There Was You: Every Now and Then (Spanish Version)
Romance«Si cada canción que me recuerda a Hope fuese una estrella en el cielo, es posible que la noche fuese más brillante que el día». Cincuenta años después de la separación de una de las bandas que revolucionó la historia de la música, Destiny conoce a...