Capítulo 14

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El lunes, en mi sesión con Carolina, en lugar de en la enfermería, estábamos en el laboratorio de la escuela, donde le pidieron supervisar el material que recibieron para la inspección médica periódica que nos hacen a los estudiantes.

No es obligatorio, solo muy recomendable.

En realidad, estoy ayudándole con el conteo de lo que ella misma me dijo.

Me puso a contar los paquetes de gasas.

—¿No hablaron de nada más? —preguntó, contando las botellas de alcohol, refiriéndose a Dánae.

—No, sabe que no estoy bien, pero no le di detalles.

Lo que vine a hablar con ella es el tema de Dánae y el que hace dos días estuvo en mi casa.

—Necesitas hablar con alguien que no sea yo —murmuró, con la atención en esas botellas—. Cynthia me dijo que no hablas con nadie más en clases.

Levanté la vista de las gasas.

—¿Ustedes hablan de mí?

Me miró por encima de la tableta.

—No, solo le pregunté cómo te ha visto de ánimos.

—Pero ella no te preguntó nada de mí —asumí, a lo que ladeó la cabeza, con la mirada por ahí.

—Ella hace muchas preguntas.

—Es metiche.

—No en realidad. Hace preguntas cuando algo le llama la atención, pero no es que le importe o que vaya a repetirlo.

—¿Qué te preguntó?

—Quién es Santiago.

Uno de los latidos de mi corazón ardió.

—¿Y?

—Solo le dije que era un estudiante que falleció hace cuatro años. Ella ya sabía sobre tu relación con él.

Aquel niño me señaló muy claramente como la novia de Santiago y la profesora lo escuchó, es más, me lo dijo.

—Si ella preguntó sobre mí, ¿puedo hacerte una pregunta sobre ella?

—A ver... —masculló, revisando las fechas de caducidad de los frascos con vitaminas.

—¿A ella le gustan las mujeres?

Me miró.

—¿Ella te lo dijo? —Negué—. Pues sí. No tiene problema con decírselo a nadie, es la incomodidad de los padres por lo que no es un tema para hablar con ella.

Asentí para mí. Entonces no me equivoqué al decidir no preguntárselo directamente.

—¿Vas a enviar mi justificante para la revisión médica? —cambié de tema.

Suspiró.

—Sí, ya lo hice, lo enviaré mañana.

—Gracias.

La revisión es opcional, pero la solicitud es enviada a todos los estudiantes y se tiene que responder con un «Sí» o «No» y «¿Por qué?».

Por obvias razones, yo no voy a estar en la revisión, puesto que viene personal del hospital a realizarnos esos exámenes y, si bien son superficiales, tienen acceso al historial médico de cada estudiante y el mío no quiero que nadie lo vea.

En estos momentos, soy completamente libre de atenderme sin la supervisión de nadie, es mi edad en aquel entonces por lo que podrían llamar a mis padres.

Me presenté a la hora exacta a la clase particular, solo que llevaba diez minutos esperando a que se fuera el último grupo que no creo estuviera haciendo otra cosa más que perder el tiempo.

Vas a estar en mi corazón | EN PROCESO | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora