Cynthia estacionó en la entrada de mi calle y me acerqué a besarla, segura de que no había nadie, pero me respondió y yo también seguí.
Dejó de besarme en los labios para ir hacia mi cuello, tocó mi rodilla y acarició mi pierna, por debajo del vestido.
Sujeté su mano antes de que llegara muy adentro.
—¿Qué? —preguntó sin dejar de besarme.
—Es que estoy muy húmeda.
Me quejé cuando succionó mi piel.
—¿Cómo crees que estoy yo?
Volvió a besarme en los labios y mis palpitaciones se descontrolaron cuando metió su lengua.
—Vamos a mi casa —me dijo entre sus besos.
No tengo mucho tiempo, pero en serio quiero.
—Está bien.
Me soltó solo para volver a encender su auto.
Apenas llegamos a su casa, me apretó y me besó durante todo el camino a su habitación, ni siquiera estoy segura de en dónde dejó el saco que yo le quité.
Me cargó para subir a la cama y me humedecí más cuando me soltó con fuerza.
Mientras se quitaba la camisa, bajé el cierre del vestido y me lo sacó ella.
Abracé su cintura con mis piernas, presionó mi muslo y besó mi pecho, tan fuerte que me dolió, pero me estaba gustando.
Me quitó la ropa interior, ambas piezas.
Me estiré en la cama, tanto la espalda como las manos, mientras me besaba abajo y presionaba mis piernas.
Su lengua me hizo arquear la espalda y dejé de retener los quejidos.
Al moverme, apretó más mis muslos.
Antes de terminar, se levantó para utilizar sus dedos, directamente los metió muy rápido y se aseguró de que no me alejara sujetando mi tobillo.
Grité cuando acabé.
Pero me dejó temblando, tanto el cuerpo como la respiración.
Se quitó el resto de la ropa, luego se acercó y la abracé por las costillas, mientras que ella presionó mi cadera contra ella y me besaba.
Creo que era evidente las ganas que ambas teníamos.
∙⊱♡⊰∙
Me giré hacia el buró, abrí el primer cajón y solo busqué por encima. No encontré nada. Abrí el segundo cajón y ahí sí encontré un espejo.
Lo puse frente a mí, estiré el cuello y toqué mi clavícula.
—Me van a quedar marcas —dije.
Cynthia, detrás de mí, besó mi hombro.
Mi corazón latió muy rápido cuando me miró mediante el reflejo. Dejé el espejo en el buró y volteé para besarla.
Sujetó mi cara con ambas manos.
—Si no terminamos aquí, no te voy a dejar ir —murmuró muy cerca de mis labios.
Es que no quiero irme.
Ya me había puesto la ropa interior, entonces bajé de la cama para ponerme el vestido, cuyo cierre subió Cynthia.
Abrazó mi estómago y se acercó a mi cuello.
—¿Cuándo volvemos a hacerlo? —preguntó.
No pude evitar reírme.
Volteé, tomé su rostro con mis manos y la besé.
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Vas a estar en mi corazón | EN PROCESO | ©
Romance💗 Porque siempre pasa lo que no debería y a tu corazón le importa muy poco si se puede o no. Cuando tu alma es quien elige, tu opinión sale sobrando. . . . Esta novela utiliza en su premisa el romance entre profesora-alumna. ⚠ Hay contenido +...