Ha llegado una luna llena muy especial para Reika, ya que ha hecho que conozca a Max, Ayax y Duke.
Podéis leer su aventura, ambientada en Galicia, en capítulos cortos y muy ilustrados.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Perdóname, Reika,— al oír decir eso a María me temí lo peor.— pero tengo que preguntártelo.— respiré un poco más tranquila al saber que era una pregunta y no una confesión de que estaba secretamente aliada con los franceses y su verdadero nombre era Marie.— ¿Qué diablos te ha pasado en la cara?— me sentí un tanto acomplejada, no pensé que fuera algo tan evidente.
—La verdad es que no tengo ni idea, llevo así desde que mataron al padre de Duke.— me sinceré, sin dejar de colocar un par de flores de acónito en cada pulverizador portátil.
—Es una respuesta que tenemos las lobismuller más poderosas ante una situación extrema de estrés.— aclaró Asena mientras se colocaba uno de los pulverizadores a la espalda y se alejaba de nosotras para comenzar a rociar el suelo de la iglesia desde la entrada principal.
—¿Se va a quedar así para siempre?— preguntó María horrorizada, lo cual me hizo sentir peor respecto a mi aspecto.
—Hasta que su cuerpo considere que lo necesita.— pasé el otro pulverizador a manos de María y ella se lo colocó a la espalda, para comenzar con las paredes.— Lo cierto es que ahora lo necesitaremos.— de pronto María soltó un grito, haciendo que levantase la vista de mi pulverizador para ver a Asena en el mismo estado que yo.— Con el tiempo aprenderéis a controlarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.