Este día no podía empeorar... ¿o sí?

1.2K 144 176
                                    

Estaba acostada preguntándome que pasará en el siguiente capitulo.. cuando me dije a caray si yo soy la escritora jajajajajaajaj Maldito TDA

Pero aquí esta ya! FELIZ NAVIDAD LOS AMO (Sus comentarios son alimento para mi)











-----Harry---

—¿Me besarían? Los dos, al mismo tiempo...—dijo Draco, con la voz entrecortada mientras su rostro, y hasta el comienzo de su pecho, se teñían de un rojo profundo. Carajo... claro que sí quería hacerlo. Mi cuerpo entero se tensó con anticipación al imaginarlo. Draco, Tom y yo, juntos en ese momento perfecto.

Pero, como si el maldito destino estuviera decidido a joderme, el sonido de la puerta interrumpió el momento.

—Cariño... Tu padre te está esperando en el comedor. Tienes cinco minutos antes de que venga a buscarte, y no creo que eso te gustaría—se escuchó la voz dulce, pero claramente burlona, de Narcisa al otro lado de la puerta.

Me pasé una mano por la cara, intentando desplazar la frustración que me recorrió como un incendio. Draco dejó escapar un gruñido bajo, igual de frustrado que yo, mientras Tom apretaba la mandíbula, su ira contenida en cada fibra de su cuerpo.

—¿Para qué te quiere tu padre, mi alma?—preguntó Tom, tomando la mano de Draco como si no pudiera soportar dejarlo ir.

—Nuestro querido suegro tiene la costumbre de monopolizar a Draco justo antes de regresar a Hogwarts. Así que, al parecer, este año no será la excepción... Lo que significa que probablemente no lo veremos hasta la noche—dije con un tono cargado de veneno, mi propia frustración rezumando en cada palabra.

—¿Qué? ¿No te veremos hasta la noche?—dijo Tom, claramente incrédulo, mientras aferraba a Draco más cerca, como si eso pudiera evitar que se fuera.

—Eh... sí—respondió Draco con cierta inseguridad, la situación lo incomodara tanto como a nosotros—. Tom, amor, será mejor que me dejes ir con mi padre. O... ¿realmente quieres que venga aquí y nos vea así?—añadió, sus ojos recorriendo la habitación de forma significativa.

Tom negó con la cabeza de inmediato, visiblemente tenso. No, definitivamente no queríamos a Lucius Malfoy irrumpiendo en nuestra habitación.

Draco se inclinó hacia Tom, dándole un beso suave. Cuando Tom finalmente apartó la mano que lo retenía, Draco se giró hacia mí, sus ojos buscando los míos antes de darme un beso rápido, casi robado, como si le doliera irse sin más. Se apresuró al vestidor, y yo me quedé allí, observando su figura desaparecer.

No pasó ni un minuto antes de que Draco emergiera del vestidor, más rápido de lo que jamás lo había visto cambiarse. Se había puesto un suéter gris delgado que resaltaba el gris tormentoso de sus ojos, haciéndolos parecer aún más luminosos, casi mágicos. Era jodidamente hermoso. Deslumbrante, realmente. Con un movimiento fluido de su varita, cepilló su cabello, dejándolo perfecto, brillante. Tan perfecto que me dejó sin aliento.

—¿De verdad tienes que irte, mi alma?—dijo Tom, su tono teñido con un puchero que no se molestó en ocultar. Era increíble cómo el imponente Señor Oscuro podía transformarse en una masa de adoración blanda cuando se trataba de Draco.

Draco pareció debatirse consigo mismo, mordiéndose el labio con fuerza mientras sus ojos parpadeaban entre Tom y la puerta. Parecía tan desgarrado como nosotros. Su mano tembló ligeramente cuando la llevó a su cabello, un gesto que siempre hacía cuando estaba nervioso. Mis ojos no podían apartarse de él.

Tom, por su parte, no se molestó en disimular. Extendió una mano hacia Draco, como si quisiera sujetarlo físicamente al suelo para que no pudiera irse.

El Destino Fragmentado de DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora