El Destino Fragmentado de Draco

¿Qué carajos había hecho Draco?

Las semanas pasadas estaba actualizando una vez por semana porque, como que, se me habían ido las ganas de escribir. También subo esta historia en AO3, y ahí algunos lectores se pusieron muy intensos diciendo que los había engañado por no poner la etiqueta de trío y cosas de esas. Sé que en esa plataforma están acostumbrados a que se etiquete hasta cómo se cogen, pero agg, arruinaría todo.

Me deprimí un poco, pero gracias a ustedes dije: "¡A la mierda! Hay gente a la que sí le gustó, y no puedo traicionarme para complacer a otros". Pero bueno, necesitaba desahogarme. ¡Disfruten!

----Harry---

Estaba quedándome dormido, embriagado por el calor y el aroma de Tom, dejando que su presencia me envolviera por completo. Sin embargo, la tranquilidad se vio interrumpida cuando un patronus en forma de cuervo atravesó la habitación. La voz de Barty resonó desde el ave luminosa.

—Mi Lord, lamento interrumpirlo, pero es hora de irnos.

La irritación burbujeó en mi interior ante la intromisión. Sin pensar, murmuré:

—Déjame matarlo... aún me la debe por lo que le hizo a Draco.

El cuerpo de Tom se tensó de inmediato. Sus músculos rígidos y la forma en que su mirada oscureció encendieron todas mis alarmas.

—Y dime, mi vida—dijo con una voz gélida que hizo que mi estómago se encogiera—, ¿qué le hizo Barty a nuestra alma?

Carajo.

Draco se removió junto a nosotros, claramente incómodo.

—Fue solo un malentendido, amor. Fueron unos cuantos golpes... En ese momento, Barty pensaba que mi padre te había traicionado y había salido impune. Estaba indignado y no sabía de nosotros. Además, recuerda que él fue quien te trajo con nosotros... Así que no lo mates—dijo Draco, su tono implorante. Pero la mirada de Tom se lleno de odio.

—¿Unos cuantos golpes?—repitió Tom, incrédulo. En un movimiento fluido, se colocó sobre Draco, atrapando sus muñecas con una mano y posicionándose entre sus piernas. Su voz se volvió un susurro peligroso—. Dime exactamente qué pasó, mi alma. Quiero cada detalle. Yo decidiré si merece la muerte... Pero te advierto que ahora mismo estoy muy tentado de hacerlo. Habla.

Draco tragó saliva, nervioso, y finalmente comenzó a hablar en un tono apenas audible.

—Él... me transformó en un hurón en los pasillos de la escuela y luego me estrelló contra los muros... Pero Harry intervino y lo maldijo, según me dijeron—respondió, evitando el contacto visual.

—¿Según te dijeron?—repitió Tom, su tono inquisitivo mientras empujaba ligeramente contra Draco, provocando un gemido de este. La tensión en la habitación era tangible—. ¿Y por qué te lo dijeron los demás, si tú estabas ahí, mm?—presionó.

—Yo...—Draco intentó hablar, pero su respiración se volvió errática—. Carajo... Tom... aghh... quedé inconsciente debido a los golpes—admitió finalmente, su voz entrecortada.

Su rostro de lleno de ira. Sin previo aviso, empujó con más fuerza, arrancándole a Draco un gemido desgarrado.

—¿Y no se te ocurrió mencionar ese detalle antes, mi alma?—le recriminó mientras aumentaba la intensidad de sus movimientos—. Sabes que eso no puede quedar impune... Y tampoco puedo pasar por alto que no me lo hayas dicho.

Sin más preámbulos, giró a Draco, dejándolo boca abajo, y se enterró en él en un movimiento brusco, arrancándole un gemido que resonó en la habitación.