------Draco-----En dos días regresaríamos a Hogwarts. La idea de volver no me emocionaba en absoluto, pero Tom había sido claro: nuestra presencia en el colegio era necesaria para mantener las apariencias. Si bien no era la primera vez que regresaba a ese lugar, esta vez todo era distinto. La carga de nuestra misión, nuestra posición, y nuestra peculiar relación con Tom le daban a este regreso un matiz completamente diferente.
Tom había estado extremadamente ocupado con el Ministerio desde el baile. Su popularidad se disparó de forma vertiginosa, y ahora comenzaba a proponer reformas ante el consejo del Ministerio con una facilidad que asustaba. Era fascinante y embriagador verlo manejar a los miembros del consejo como piezas de ajedrez, moviéndolos a su antojo con una sonrisa encantadora pero cargada de intenciones oscuras.
Por otro lado, Harry no había tenido un respiro desde entonces. La prensa no dejaba de acosarlo con solicitudes para entrevistas y fotos, todos querían al "Niño que Volvió a Vencer". Si no fuera suficiente, nos vimos obligados a hacer múltiples apariciones públicas los tres juntos, proyectando la imagen de tres personas que apenas se estan enamorando. La idea de ser el centro de atención no me molestaba, pero ver la tensión en el rostro de Harry cada vez que una cámara se acercaba me hacía desear que todos esos reporteros fueran devorados por Nagini y Zarina.
Hoy, sin embargo, estaba solo en la mansión. Tom estaba con sus mortífagos, probablemente planeando algo que involucrara sangre y destrucción, mientras que Harry, de mala gana, había ido a una entrevista con el Profeta. Según él, era una pérdida de tiempo, pero ambos sabíamos que fortalecer nuestra posición era crucial.
Me encontraba en la biblioteca, un lugar que había llegado a considerar mi santuario cuando Tom y Harry no estaban. El aroma a papel viejo y tinta fresca me resultaba reconfortante, y las estanterías llenas de libros antiguos eran un recordatorio de cuánto conocimiento aún estaba al alcance de mis manos. Zarina y Nagini estaban conmigo, enroscadas entre sí de una forma cariñosa. Era extraño cómo ambas serpientes, pese a ser tan distintas, parecían haber formado un vínculo especial. Si Tom y Harry no estaban cerca, ellas no se despegaban de mí, como si estuvieran cumpliendo con su deber de proteger a la "cría".
Avanzaba mucho con la investigación para la poción que Tom nos había pedido. Los ingredientes eran exquisitos, cada uno más raro y peligroso que el anterior, pero la receta estaba casi completa. Sin embargo, mi padrino, insistió en que esperáramos a regresar a Hogwarts para prepararla en su oficina privada. Según él, no tenía sentido comenzar ahora si en un par de días tendríamos que trasladar todo el equipo.
Pasé los dedos por la página del libro que estaba leyendo, un tomo antiguo sobre pociones de guerra que Severus me había prestado. Sus anotaciones a los márgenes eran casi tan fascinantes como el texto en sí. De vez en cuando, sentía cómo las escamas de Zarina rozaban mis piernas mientras se movía lentamente. Nagini, por otro lado, permanecía enroscada en un rincón, sus ojos amarillos fijos en mí como si supiera exactamente en qué estaba pensando.
Suspiré y cerré el libro con un suave chasquido. Mi mente divagaba constantemente hacia Harry y Tom. ¿Cómo les estaría yendo? Sabía que Harry odiaba cada segundo frente a los reporteros, pero también sabía que lo hacía por nosotros. Y Tom... bueno, Tom siempre tenía el control, pero su intensidad podía ser abrumadora.
Zarina subió lentamente por mi brazo, enrollándose alrededor de mis hombros. Nagini hizo lo mismo, colocándose a mi lado en el sofá. Las acaricié con suavidad, dejando que su presencia calmara mis pensamientos.
—Volveremos a Hogwarts pronto —murmuré, más para mí mismo que para ellas—. Y cuando lo hagamos, todo cambiará.
Todo estaba sucediendo tan rápido que apenas podía asimilarlo. Llevábamos casi dos meses juntos, y aun así, me costaba creer cómo habían resultado las cosas. Nunca en mis sueños más salvajes imaginé que Harry y Tom aceptarían compartirme, pero lo que realmente me tenía sorprendido era cómo ellos, poco a poco, habían comenzado a construir una relación por su cuenta. Verlos así, acercándose y comenzando a amarse, me llenaba de una felicidad que no podía describir con palabras.

ESTÁS LEYENDO
El Destino Fragmentado de Draco
Fiksi Penggemar-Será como si nada de esto hubiera pasado, excepto para él. Draco lo recordará todo: su dolor, su sufrimiento, tu destrucción... pero tú, Harry Potter, olvidarás quién eres. Volverás a ser el niño que fuiste antes de conocer la magia, antes de conoc...