Love Scales [Liam Mairi]

23

Miro alrededor, para notar a seis dragones a la vista sobre la cresta del claro del puesto de avanzada y otros cuatro que siento escondidos en el bosque, estando ahí desde que aterrizamos hace unos minutos.

—Es hora. —Liam se acerca desde dónde Deigh se encuentra y yo respiro profundo, apartándome de mi dragona para tomar la mano de mi prometido—. ¿Estás bien?

—Cansada por el viaje—suspiro, apretando su mano mientras nos encaminamos hacia donde Ulices, Violet, Mira y Xaden se encuentran.

En realidad hay uno de más, pero Ulices se negó a no estar aquí. Y yo me negué a no asistir porque no confío en Melgren o alguno de los otros que podrían venir con él.

En especial mi padre.

—Tu padre no podrá hacerte nada, ángel—me asegura la voz suave de Liam—. A ninguno de nosotros.

—Mi padre es muy cruel, ¿sabes?—Trago grueso—. Ese hombre podría matar a cualquiera de nosotros sin una pizca de arrepentimiento.

—Él no es tu padre—dice Xaden, quien al parecer nos ha escuchado. Y Violet a su lado aprieta los labios.

—¿Me perdí de algo?—cuestiona Mira.

—Nada que debas saber antes que Alek—contesto y ella enarca una ceja—. Lo sabrás cuando él lo sepa, seguramente.

Creo que puedo ver como su cuello se enrojece por la vergüenza de que insinúe tan tranquilamente que conozco el tipo de relación que ella y mi hermano llevan.

»Y es la costumbre—le murmuro a Xaden, que respira profundo—. Y aunque no lo fuera, no puedes culparme por aún no considerar a Fen mi padre.

—Pero lo es.

—Lo es. —Asiento—. Y doy gracias a los dioses por no compartir sangre con un bastardo maltratador. —Aprieto la mano de Liam—. Pero sigue siendo el hombre al que toda mi vida he llamado padre, incluso si no siento amor hacia él sigue siendo... confuso.

Él asiente, pareciendo cabizbajo. Y no digo que es por mi, porque antes lo he visto bastante tenso y estoy segura de que tiene que ver con Violet, pero no pienso meterme en eso.

Y si Violet no me lo ha dicho, es porque es muy privado para ellos.

»Pero eres mi hermano—le aseguro a Xaden, cuyos ojos se fijan en los míos—. Gracias por defendernos en La Asamblea. —Le doy una pequeña sonrisa.

—¿Dices que soy tu hermano porque te defendí?—se burla y yo ruedo los ojos.

—Lo digo porque es un hecho. —Suspiro—. Incluso si aún es complicado para mi, sé que eres mi hermano. Lo otro era solo un agradecimiento. —Me encojo de hombros.

—Incluso si es complicado—usa mis palabras y yo río— voy a protegerte, Maeve. Te respaldo.

Trago grueso.

—Lo mismo digo.

—Allá vamos—murmura Mira cuando siete figuras vestidas de negro entran en el claro.

Desenfundo mi daga al mismo tiempo que Violet y Liam, moviéndome junto a mi prometido hacia el otro lado de Xaden mientras Violet permanece a su derecha.

Melgren camina en el centro, sus ojos brillantes se desplazan por nuestra línea de jinetes aretianos. Y la rabia que desprende su cuerpo casi me hace sonreír.

Echo un vistazo a los demás miembros del grupo que han elegido, reconociendo a dos antiguos ayudantes de la General Sorrengail, el Coronel Fremont, el Capitán Brádaigh, el padre de mi ex prometido, y mi padre.