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—Están furiosos. —La voz de Brennan llama nuestra atención mientras descansamos.

Ruedo los ojos, bebiendo agua de mi cantimplora mientras lo veo acercarse a nosotros.

—Sin ofender, pero son unos imbéciles desubicados. —Me encojo de hombros—. ¿Quién les dió el derecho de juzgarnos como si el propio Xaden no nos hubiera traído aquí? ¿Como si nuestras madres no hubieran muerto por la causa? ¡Liam tiene una maldita marca!—le recuerdo—. ¿Qué más debemos hacer? ¿Perder la vida? Entonces dirán: oh, en serio eran leales—bufo—. A la mierda con eso.

Liam apoya su mano en mi espalda y traza suaves caricias, inclinándose para besar mi sien bajo la mirada de Brennan.

No me importa si herí los delicados sentimientos de los miembros de la Asamblea. Aceptaré cualquier castigo que Xaden quiera ponerme si algún día volvemos a verlo.

—Dije lo mismo—admite él—. Les dije que quizás ellos no lo hayan visto, pero Xaden confía en ustedes y yo también. —Respira profundo—. Así que... deben ocuparse en algo mientras están aquí.

—Podemos patrullar—ofrezco—. Podemos encargarnos de la seguridad del lugar. Adhair y Deigh son dos enormes e intimidantes dragones, y dudo que algún Grifo o Venin quiera tentar su suerte si saben lo que hay aquí.

—O podrían ir con el Vizconde Tecarus e intentar obtener la luminaria—propone y enarco una ceja.

¿Pretende que busquemos algo que ya le han negado a Xaden? No pienso ir en contra de eso. A menos que sea él mismo quien lo ordene.

—¿Luminaria?—Liam frunce el ceño, entonces me mira—. Necesitan algo que intensifique el fuego de dragón para fundir la aleación en las armas que derrotan a los Venins.

Quizás ni siquiera necesitemos la luminaria. –Su voz llena mi cabeza–. Quizás tu poder y el fuego de dragón puedan hacerlo.

Eso...–Parpadeo–. Tiene mucha lógica. Podríamos intentarlo.

Por supuesto. Si puedo manejar mi poder según su composición, eso significa que puedo llevarlo al punto de calor suficiente para que sea tanto o más fuerte que el fuego de un dragón.

—¿Van a decirme qué pasa o van a seguir mirándose como idiotas?—cuestiona Brennan, y por poco olvido que ellos no saben cómo es la conexión entre Liam h yo, y probablemente entre Xaden y Violet.

—¿Tienes herreros trabajando justo ahora?—pregunto y frunce el ceño.

—Si, ¿por qué?

Me levanto.

—Llévanos con ellos y te muestro.

Tú sí que eres fastidiosa–se queja Adhair—. Algunas descansamos, ¿sabes?

Podrás descansar cuando terminemos con esta maldita guerra. Levántate, que no quiero ser la jinete cuya dragona se niega a ayudar.

Me gruñe, y tengo que hacer uso de todo mi esfuerzo para no soltar una carcajada.

***

—Buenas tardes. —Brennan saluda a los herreros, que dejan de trabajar cuando nos adentramos al lugar.

No sé cómo llamarlo. Es simplemente un techo sobre sus cabezas para protegerlos del sol, pero están completamente al aire libre, desprotegidos de cualquier amenaza.

—Teniente coronel Aisereigh. —Uno de ellos limpia sus manos en un paño y rápidamente se acerca a estrechar la mano de Brennan—. ¿En qué podemos ayudarle?

Love Scales [Liam Mairi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora