—No, nuestros puestos de avanzada están bien armados. —Felix suspira—. Los jinetes parecen reacios a pelear contra sus compañeros, pero al mismo tiempo decididos a protegernos.
—Todos estamos en la misma posición—murmuro, jugando con el anillo en mi dedo—. Creo que todos entendemos el porqué de la decisión, pero esto...—Respiro profundo.
Es jodidamente doloroso. La Asamblea decidió que no accederíamos a la petición de ayuda de Melgren, así que ahora tenemos que fortalecer nuestros puestos de avanzada.
–¿No te parece un poco extraño?–pregunta Liam, deslizando sus dedos por el pergamino frente a él en la mesa–. Tres días en el mismo lugar, la forma en la que Melgren lo está llevando...
Los grupos de Venin han permanecido en la frontera de Samara durante tres días. Tres. Y otros pequeños se han comenzado a mover a lo largo de las barreras.
No me gusta la situación.
–Si, me parece. —Suspiro—. Están errando al no fortalecer las barreras. Deberían mandar las armas a los puestos de avanzada para aumentar su poder. De hacerlo, no sirve de nada que los Venins se acerquen pues morirían.
Melgren lleva la situación como la llevaría alguien que no sabe absolutamente nada sobre las barreras y las armas que Navarra produce. Es... extraño.
–Pero supongo que está bien, ¿no? Él lo vió después de todo.
–Si. Supongo...–mi voz se corta cuando Xaden se disculpa y se levanta, dándome una mirada para que lo siga.
Joder.
Me levanto, sonriendo a los miembros de La Asamblea antes de seguir a mi hermano fuera de la sala.
No me sorprende ver a Violet, Ridoc y al menos siete cadetes más, con algunos aviadores entre ellos, esperando fuera de la sala de La Asamblea.
—No es de Samara de quien tenemos que preocuparnos.
Bueno, joder. Al parecer Liam y yo no somos los únicos que han estado pensando en lo extraña que es la situación para ser el comienzo de una guerra.
—¿Por qué? —Xaden hace la pregunta antes que yo.
—Porque están ahí sentados esperando —explica Violet—. Llevan tres días esperando. ¿Por qué?–¿Ves?–Liam sonríe, como si estuviera orgulloso de su línea de pensamientos y yo ruedo los ojos, alargando mi mano para palmear suavemente su espalda.
—Si conociera su proceso de pensamiento, esta guerra habría terminado —responde Xaden.
—Melgren dice que son invadidos en el solsticio. Eso es pasado mañana—nos recuerda Violet.—Y si los Venins solo están ahí esperando significa que algo que no sabemos está pasando—murmuro y Violet asiente.
Tiene lógica. Pero la única forma de que algo así los haga acercarse es que crean que... las barreras caerán por completo.
«Joder»
—Los Wyvern no van a derribar las salvaguardas en Samara. No pueden volar más allá de ellos. Además, hordas más pequeñas se movieron a lo largo de toda la frontera. Creo que Samara es sólo una distracción. Creo que están esperando a que caigan todos.
Respiro profundo, sintiendo que la magia que guarda mi cuerpo comienza a cosquillear y luchar por salir.
—La batalla no puede tener lugar en otro lugar —argumenta Sawyer—. Melgren lo vería.No lo haría si hay más de tres marcados.
—No si estamos allí —contraataca Sloane —. Melgren no puede ver el resultado si tres de nosotros estamos allí, ¿recuerdas? —Se levanta el antebrazo, donde su reliquia serpentea por encima del borde de la manga.Liam suspira, levantando su brazo para pasarlo sobre mis hombros y pegarme a su pecho.
–Ahora si se avecina la guerra, ¿no?–me pregunta y asiento.
–Me temo que si.
–Joder, por fin. –Adhair gruñe y yo resoplo–. Hora de acabar con esas malditas cosas sin alma.
—Exacto. —Violet aprieta sus manos en puños con fuerza—. Él no puede ver la verdadera lucha si estamos allí. Tiene todas sus fuerzas concentradas en Samara, cuando deberían estar...
—En Basgiath. —Xaden termina por ella—. El Valle.
—Sí.
—¿Quieres volver? —pregunta.
—Claro que sí —responde Ridoc y yo asiento en acuerdo con mi amigo, tirando de Liam para acercanos a nuestros amigos.«Si tengo que tomar un bando, la decisión es clara»
—No te estaba preguntando a ti. —Xaden me sostiene la mirada—. ¿Quieres irte?
—Nunca vendrían en nuestra ayuda —dice Sloane.Sin duda.
—Definitivamente, nunca han venido a la nuestra —coincide Cat.
¿Ellos lo merecen? No. Nos han mentido por años, haciendo uso de la excusa de que es lo mejor para todos. Han dejado morir a civiles de Poromiel durante años.
—Los terrenos de incubación están ahí —argumenta Rhiannon.
—Aquí tenemos los nuestros —responde Trager.—Calla—bufamos Ridoc y yo al unísono, y él se encoge de hombros.
Sé que no estamos de acuerdo el uno con el otro. Es claro que todos tenemos nuestras opiniones a favor y en contra, desde el rencor y desde el no querer dejar morir a inocentes incluso si los mandatarios Navarros no lo merecen.
—Mi familia está en Morraine —suplica Avalynn.
—Podemos traer a tu familia—dice Trager—. Pero ¿ayudar a Melgren y su gente? El rey Tauri no merece nuestra ayuda, él es la cabeza de todo esto para empezar.—Eso no significa que tengamos que dejar morir a gente inocente—discute Aaric—. Maeve. —Me mira en busca de ayuda.
Solo cuatro personas aquí saben quién es. Puedo entender su desespero pues, incluso cuando su familia no es perfecta, él no quiere ver morir a los suyos. A su hermano por sobre todos.
—No metas a esa mujer en esto—dice Cat y enarco una ceja—. Su hermano está del lado de Melgren. Por supuesto que va a querer...
—Ni se te ocurra hablar de mi hermano—siseo—. Estamos hablando de hacer lo mismo que ellos hicieron. No ir en su ayuda nos vuelve iguales a ellos.
De repente, las voces comienzan a alzarse en protesta. Unos contra otros gritan, seguidos por algunos otros estudiantes que se acercan y son informados de la situación que también se suman a la discusión.–Son un desastre–se queja Adhair–. ¿Qué es lo que tú quieres hacer?–cuestiona.
–Quiero ir. –Miro a Liam–. No se trata solo de quienes no lo merecen, sino de quienes si. ¿Y mi hermano? ¿La familia de Avalynn? ¿La de Aaric? ¿Las otras miles de familias?
–No ir nos convertiría en monstruos–toma mi mano y acaricia mi anillo–. ¿Quieres ir? Haremos lo que quieras hacer, ángel.
–Exactamente–Deigh está de acuerdo y yo sonrío.
–Iremos. –Asiento.
Iremos ahí a defender Navarra incluso si La Asamblea no está de acuerdo, incluso si nuestros amigos no lo están.
Tengo que. Es mi deber, y es lo que quiero hacer.
Y quizás podría ser de ayuda. Después de todo, el manejo de la magia no es algo que tomar a la ligera.
—¿Quieres pelear? —pregunta Xaden y la discusión disminuye a nuestro alrededor, todos esperando oír lo que Violet tiene para decir—. Dilo y lo llevaré a la Asamblea. Y si no la apoyan, iremos con quien lo haga. Yo voy donde tú vayas.Todos. O al menos los que conocemos a Vi, conocemos también la respuesta.
—Tenemos que hacerlo.
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Love Scales [Liam Mairi]
Fiksi PenggemarSer jinete de dragón es la meta de todos los de primer año. Pero antes, debemos cruzar un camino lleno de obstáculos y muerte. Liam Mairi es... un golpe que no esperaba. Coqueto, amable, guapo y... nuestros dragones son pareja. Estamos unidos hasta...