Love Scales [Liam Mairi]

26

Diciembre se convirtió en enero.

Un mes entero, ahogándome en entrenamientos de vuelo, clases para aprender a manejar mi sello...

Xaden comenzó a darme clases para el manejo de poder, y aunque he querido hacer la pregunta mil veces, me limito a simplemente obedecer y aprender.

Mantén los pies en la tierra. Tienes que mantenerte conectada con la raíz de tu poder o todo va a descontrolarse.

En la habitación a oscuras, ubica dos puertas; una con tu dragón, otra con el vínculo que me conecta a Liam.

Mantén tu magia siempre activa, como una extremidad más.

Abre una puerta, cierra otra. Abre ambas, cierra ambas.

Tienes que visualizarlo o todo va a irse a la mierda, Maeve.

Inténtalo de nuevo, mantén tu poder como un núcleo de poder que solo tú puedes hacer crecer.

Solo tú lo manejas, no dejes que él se salga de tu control, crea barreras para que el poder no sobrepase el límite que tú misma le pones.

Crea barreras con la magia. Aisla el sonido, haz protecciones para tus puertas, maneja tus cosas mediante magia como si fuera una parte de ti y acostúmbrate.

A eso le sumamos los estudios a cada clase. Con cada profesor; los entrenamientos cada noche para mantenerme en forma, las clases de vuelo en las que debo mejorar porque cada vez se dificultan mucho más las maniobras.

Los ojos de todos están sobre mi, enviándome al cuadrante de sanadores para que estudien la raíz de mi poder y qué tanto de él puedo utilizar sin matarme.

Xaden, por otro lado, me pide que no confíe en nadie y que siga sus instrucciones. Que no hable con nadie sobre esa magia que ronda mi cuerpo volviéndose fuerte cada cierto tiempo por alguna extraña razón.

—¡Maeve!—el grito de Killian me sobresalta y miro atrás de inmediato para ver la daga que se acerca hacia mi.

Me agacho de inmediato, viendo como el filo se clava en el árbol frente a mi.

El rugido de Adhair se hace presente incluso antes de lo que yo hubiera esperado, y pronto dos dragones sobrevuelan el bosque.

Las mandíbulas de Adhair y Deigh se abren tan grandes que me sacan el aliento y pronto olas de fuego son disparadas en dirección al chico que corre al bosque a refugiarse.

Es alcanzado por el fuego y mi sangre se hiela de solo ver como los árboles se vuelven cenizas y se llevan al cadete con ellos.

—¿Qué mierda acaba de pasar?—cuestiono, viendo como mi hermano, Liam y Xaden se apresuran hacia mi, corriendo como si su vida dependiera de ello mientras permanezco en mi lugar.

Es completamente de noche ahora, pensé en salir para despejarme un poco debido al cansancio que ha estado llenando mi cuerpo últimamente.

No esperaba que quisieran matarme. Justo hoy. Cuando estoy cansada de todo y todos.

—Cálmate—exige mi dragona, aterrizando detrás de mi con Deigh a su lado.

—¿Que me calme?—Me doy la vuelta para mirarla—. Acaban de intentar matarme, Adhair.

—Lo sé pero, si no quieres matar a nadie tú, debes calmarte.

Respiro profundo, apretando mis manos en puños mientras visualizo el núcleo de mi poder en medio de esa enorme habitación completamente negra, notando que su luz se hace cada vez más y más intensa.