Love Scales [Liam Mairi]

9

—Bueno, eso es... —Rhiannon traga saliva, su cabeza inclinada tan atrás como la mía mientras miramos la amenazante carrera de obstáculos que está tallada en el frente de una cresta tan empinada que bien podría ser un acantilado.

La zigzagueante trampa mortal de un sendero se eleva sobre nosotras, subiendo en cinco curvas distintas de giros de 180 grados, cada una de ellas aumentando en dificultad en el camino hacia la cima del acantilado que divide la ciudadela del campo de vuelo y el Valle.

—Asombroso. —Aurelie suspira.

Rhiannon, Violet y yo nos giramos.

— ¿Crees que ese paisaje infernal parece asombroso? —pregunta Rhiannon.

—He estado esperando años ¡para esto! —Aurelie sonríe, sus ojos negros normalmente serios bailan bajo el sol de la mañana mientras se frota las manos, pasando de una pierna tonificada a la otra con alegría—. Mi papá, era jinete hasta que se jubiló el año pasado, solía establecer carreras de obstáculos como esta todo el tiempo para que pudiéramos practicar, y Chase, mi hermano, dijo que es la mejor parte de estar aquí antes del Threshing. Es un verdadero éxtasis de adrenalina.

—Él está con el Ala Sur, ¿verdad? —Pregunta Violet

—Síp. Bastante trabajo de escritorio para toda la acción que ven cerca de la frontera de Krovlan.

«Cuidado con los troncos, giran en diferentes direcciones» recuerdo las palabras de Alek y mis ojos de inmediato van a la serie de troncos de un metro de ancho que casi se tocan y que sobresalen del terreno rocoso como un conjunto de escalones redondos que se elevan desde el suelo hasta el cambio que hay encima.

—Alek dijo que tuviéramos cuidado con esos postes gigantes que sobresalen del costado del acantilado. —Los señalo, llamando la atención de las chicas en esa dirección—. Giran y puedes quedar aplastado entre ellos si no eres lo suficientemente rápido.

—Oh, bien, me preguntaba cuándo podría ponerse difícil —murmura Rhiannon.

La carrera de obstáculos se ve... imponente. Y veo posibilidades de morir en cada paso que uno pueda dar ahí.

«Puedes con eso. Entrenaste» me recuerdo, calmando el nerviosismo que amenaza con plantarse en mi estomago.

—Todavía no estoy segura de por qué lo llaman el Guantelete —cuestiona Ridoc desde mi derecha, soplando en sus manos ahuecadas para protegerse del frío de la mañana.

—Para asegurar que los dragones sigan viniendo al Threshing eliminando a los débiles. —Tynan se burla desde el otro lado de Ridoc, cruzando los brazos sobre su pecho mientras me lanza una mirada mordaz.

—Por eso probablemente no sobrevivirás—resoplo y Ridoc a mi lado ríe, pero puedo ver en su cara el disgusto por el comentario de Tynan.

«Ha estado enojado desde que Rhiannon le dio una paliza en la lona en la evaluación»

—Déjalo ya de una puta vez —espeta Ridoc, ganándose la atención de todo el equipo.

Levanto las cejas. «Ver a Ridoc enojado es nuevo. Usualmente simplemente hace chistes, algunos inclusos muy malos»

— ¿Cuál es tu problema? —Tynan se aparta un mechón de cabello oscuro y espeso de los ojos y gira como si fuera a mirar fijamente a Ridoc para intimidarlo.

Pero Ridoc es el doble de ancho y quince centímetros más alto. Intentar intimidarlo es jodidamente perder el tiempo.

— ¿Mi problema? ¿Crees que porque te hiciste amigo de Barlowe y Siefert tienes derecho a ser un imbécil con tu propio compañero de escuadrón? —Desafía Ridoc.

—Exactamente. Compañero de Escuadrón. —Tynan hace un gesto hacia la carrera de obstáculos—. Nuestros tiempos no están clasificados individualmente, Ridoc. También nos puntúan como escuadrón, que es como se decide el orden de la Presentación. ¿De verdad crees que algún dragón quiere vincularse a un cadete que entra después de todos los demás escuadrones en la procesión?

«Me jode admitir que tiene un maldito punto»

—Ellos no nos están cronometrando para la Presentación de hoy, imbécil. —Ridoc da un paso adelante.

—Detente. —Sawyer se mueve entre los dos, empujando el pecho de Tynan lo suficientemente fuerte como para hacerlo tambalearse hacia la chica detrás de él—. Tómalo de alguien que superó la Presentación el año pasado: tu tiempo no significa nada. El último cadete que entró el año pasado se vinculó muy bien, y algunos de los cadetes del primer escuadrón que entraron al campo fueron pasados por alto.