Love Scales [Liam Mairi]

8

Septiembre.
(5 semanas después...)

—Tú y yo tenemos que hablar—tiro de Violet en la hora libre entre clases y ella me sigue, alejándonos del resto de nuestra Ala.

Cuatro semanas han pasado. Cuatro dagas más adornan mi uniforme de forma estratégica cerca de mis muslos y otras en mis costillas.

—Si, ¿dónde estuviste anoche?—pregunta y enarco una ceja—. Bueno, al menos una de las dos está teniendo orgasmos.

Resoplo.

—¿Crees que obtengo un orgasmo todas las noches? Joder, tienes la cabeza en las nubes entonces—me burlo—. En realidad, le he estado dando clases de historia a uno de nuestra Ala. —Me detengo cuando estamos lo suficientemente lejos.

—Oh, entonces por eso tan cercana a Mairi—ríe—. ¿Qué tal va eso?

—No va a ningún lado, son solo clases. —Respiro profundo cuando Xaden mira en nuestra dirección con una ceja enarcada.

»¿Qué les das a tus contrincantes?—cuestiono y Violet se sobresalta, parpadeando en mi dirección con sorpresa—. Vamos, Vi, soy tu amiga. ¿Crees que no veo el patrón? Sabía que ibas a resolver el asunto a tu forma.

Ella sigue mirándome un par de segundos y exhala ruidosamente, mirando en dirección al cuadrante antes de asentir.

—Traje el libro de venenos conmigo—admite y sonrío—. En el libro de Brennan decía que los instructores deciden con quien ponerte a luchar con la intención de eliminar a los más débiles. He estado entrando al salón de profesores para averiguarlo y luego... les doy una pequeña dosis de veneno a mis oponentes.

—Eso es...—inhalo y río, llamando la atención de algunos de nuestra Ala—. Eres una jodida genio, Vi. —La miro y la encuentro sonriendo.

—Lamento no habértelo dicho, no quería ponerte en riesgo si nos descubren—murmura y yo suspiro.

—Eso es inteligente, Violet, te doy crédito porque eso es increíble—admito—. Pero el punto de las prácticas es que te fortalezcas físicamente—le recuerdo—. Has estado practicando con Rhiannon, conmigo algunas veces, y el punto es que puedas defenderte. No vas a poder darle veneno a todos tus enemigos.

Aprieta los labios.

»Quiero que puedas defenderte, Violet. —La tomo de los hombros—. No te pido que dejes de hacerlo, algunos de aquí han cambiado de opinión con respecto a ti gracias a eso. Pero necesitas fortalecerte físicamente, necesitas un combate. No siempre vas a poder darle veneno a tu oponente.

—Lo sé—suspira—. Trabajaré en ello.

—Mi litera está junto a la tuya, sé que hasta ahora no han intentado matarte. —Miro en dirección al cuadrante—. Pero estoy segura que van a intentarlo. Y necesitas poder defenderte si llega ese momento. Por eso todos entrenamos, y tú no debes ser la excepción.

—No sé si es un consejo o un regaño—admite bromeando y río.

—Ambos, tonta. —La empujo suavemente y ella no se mueve en su lugar—. Te adoro, Vi. Sé con certeza que tienes lo necesario para convertirte en jinete, pero hay cosas que no pueden evitarse.

—Lo sé—suspira—. ¿Me ayudas a entrenar esta tarde?—pide y asiento—. Gracias.

—De nada. Volvamos, Xaden parece estar sospechando algo. —Asiento en dirección al líder de Ala y no se me pasa por alto la respiración profunda que toma Violet cuando lo mira

***

—No esperaba eso—Rhiannon exhala ruidosamente a mi lado mientras vemos a Violet en el tapete luchando con Xaden.