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***

—Mientes. —Ridoc retrocedió, llevándose la mano al pecho adolorido mientras Violet parpadeaba con la mirada distante.

—No. —Killian gruñó, tomando la camiseta de Xaden entre sus puños—. Mi hermana...

—Lo siento—dijo Xaden, sabiendo que probablemente sería odiado cuando supieran la verdad. «Podían ponerse en la fila»

***

Dos semanas de ensoñación.

—Déjalo fluir—me instruye mamá—. Tu poder no va a hacer ningún daño a menos que tú quieras que eso pase, Maeve. Déjalo ir.

Respiro profundo, visualizando mi poder mientras mantengo mi concentración en el presente, recordándome que ambas cosas deben tener mi atención.

Dunne me ha estado enseñando a mantener mi atención en todo. Pero sobretodo, en mi poder y cómo manejarlo sin dejar de lado el objetivo de este mismo.

He aprendido que, en realidad, mi poder sigue lo que yo quiera. Puede ser destructivo si así lo quiero, y al mismo tiempo puede ser completamente inofensivo si lo quiero.

Es maleable, se ajusta a mi, pero es grande y manejarlo por completo sin ningún tipo de barrera es más difícil de lo que creía.

Duele, al principio dolía como el infierno y un par de veces me desmayé, pero ahora he aprendido a manejarlo mejor y debido a eso mi cuerpo no pone tanta resistencia.

Volviendo a mi madre, respiro profundo y dejo que el poder fluya por mis brazos, sacando estelas doradas desde mis manos que se deslizan a mi alrededor con facilidad y sin herirme en lo absoluto.

—Eso es, cariño. Ahora... córtalo.

Cierro mis puños, atrayendo mi luz hacia mi mentalmente y viendo como esta misma se retrae como enredaderas antes de que ya no quede nada por completo.

Mamá aplaude y miro en dirección a Dunne, que sonríe con aprobación. «Estuvo mejor que cuando me desmayé hace dos días, sin duda»

***

—Entonces. —Mamá se sienta a mi lado mientras estoy sentada en la orilla, viendo el resto de montañas a nuestro alrededor—. Lo siento mucho, cariño.

—¿Por qué?—frunzo el ceño.

—Por ocultarte durante tantos años lo que eras y lo que pasaba—murmura y aprieto los labios—. No pude proteger a tus hermanos, y protegiéndote a ti...

—Sentiste que era tu forma de redimirte—completo y ella asiente—. No te culpo, mamá. Estuve enojada mucho tiempo después de que moriste y lo estuve mucho más cuando supe la verdadera historia de tu muerte.

Enojo e incredulidad eran sentimientos que conocía bastante bien durante mi duelo. Ahora, ya sabiendo la situación, entiendo la razón para protegerme y se los agradezco más que reprochárselos.

—Yo no quería dejarlos. —Toma mi mano y la aprieta—. Yo los amo. Más que a cualquier cosa, y por eso sabía que debía protegerlos incluso si yo tenía que morir para ello. Toda la causa era para ustedes, para Navarra.

—Los rebeldes es el lado correcto, ¿no?—Hago la pregunta, aunque ya sé la respuesta porque lo he estado pensando desde el momento en que llegué aquí.

La forma de mandar que tiene Navarra es corrupta. Hay personas con demasiada codicia dentro, hay demasiados secretos y ahora no saben como resolverlo; el rey solo piensa en sí mismo y sus delegados solo piensan en beneficiarse, ahogándose por los problemas que ahora tenemos y que ellos no saben enfrentar.

Ocultarnos la existencia de Venins no es algo que les reproche. Eso causaría demasiado pánico; pero al menos los jinetes deberían saberlo. Al menos quienes deben enfrentarse a este tipo de cosas sobre las que no nos enseñan deberían saberlo.

No les importamos. No les importa nuestra vida. Prácticamente nos lanzan al agua sin siquiera preguntarnos si sabemos nadar y por eso tantos jinetes mueren.

—Las barreras están fallando—murmura mamá y asiento—. Deben descubrir como estabilizarlas, como crear unas barreras que puedan protegerlos a todos y no eso que hicieron egoístamente, dejando a personas inocentes desprotegidas. Lo que queremos es que dejen de ocultar la verdad, protección para todos y acabar con las amenazas. Pero eso va en contra de lo que el rey quiere, de lo que quienes se benefician de su reino quieren. Entonces fuimos catalogados como los malos de la historia.

Si; es lo que imaginaba.

—Parece que el rey no debería ser rey—resoplo y ella asiente—. Entonces, ¿eso es lo que ocultaban los marcados?

—Eso te lo dirá Liam cuando despiertes. Pero si, más o menos. Nuestra batalla se convirtió en la de nuestros hijos y ahora ustedes son los encargados de la revolución.

La revolución. Quiere que yo siga el camino que ella y Fen Riorson dejaron para nosotros, para luchar contra lo injusta que es nuestra corona y desenmascarar a quienes en verdad no se preocupan por el continente.

Asiento.

—Escucha, Maeve. —Toma mi rostro entre sus manos—. Espero que ahora que sabes la verdad, entiendas porqué se mantuvo en secreto.

—Entiendo que lo hayan mantenido en secreto antes, pero no entiendo porqué Xaden lo mantiene en secreto de mi y de Violet—niego—. Ambas habríamos ayudado.

Violet... es complicado, pero ella lo habría entendido tanto como yo si él nos lo hubiera explicado. Es tan sencillo como que no quiso decirlo.

—Porque él por sobre todos tiene que ser cuidadoso. Y porque no es decisión solo de él.

Frunzo el ceño, pero no hago preguntas porque sé que me dirá que lo sabré cuando despierte.

—Ven aquí. —Me rodea con sus brazos y acaricia suavemente mi cabello, haciéndome suspirar—. Te prometo que todo va a aclararse, mi niña. Todos cometemos errores, y no dejes que ello te coma la cabeza. Escucha a tu corazón cuando se trate del amor y a la cabeza cuando se trate de bienestar. Solo tú decides lo que quieres,  y sé con certeza que tienes la capacidad para tomar la elección correcta.

—Te amo. —Mis ojos se llenan de lágrimas y ella besa mi cabeza.

—Te amo.

Love Scales [Liam Mairi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora