—¡Maeve!—La puerta de la barraca se abre de golpe y me doy la vuelta para ver a un agitado Liam.
—¿Qué pasa?—Me alarmo de inmediato, tomando mi daga y caminando hacia él para cerrar la puerta—. Dime que no nos atacan.
—Una corriente de grifos se dirigen aquí. La orden es irnos de inmediato—pasa por mi lado y toma mi mochila—. Deigh y Adhair vuelan hacia aquí. Lo sabrías si no me hubieras bloqueado a mi y si no hubieras hecho lo mismo con tu dragona.
La indignación me golpea de lleno, pero decido morderme la lengua y no soltar palabras mordaces en su dirección.
En cambio, me muevo hacia él y le arrebato mi mochila, poniéndola sobre mi hombro antes de darme la vuelta y salir de la habitación.
Soy consciente de que me sigue mientras me apresuro a la torre más cercana, sabiendo a la perfección que lo más rápido y seguro para todos es subir y esperar a los dragones para irnos de inmediato.
—¿Dónde están Violet y Xaden?—cuestiono, sintiendo que la piedra raspa mis palmas mientras subo.
—De camino. Aetos está con ellos.
—Bien.
Desbloqueo los vínculos con ambos, sabiendo que, por mucho que me moleste, tiene razón. De haberlo podido, Adhair se habría comunicado conmigo y me habría hecho saber desde antes que estábamos en peligro.
Para cuando llegamos al techo, Ridoc se está montando sobre su dragón, y yo simplemente me doy la vuelta para extenderle mi mano a Liam por inercia.
Él parpadea con sorpresa, pero la toma y el toque logra apaciguar un poco el nerviosismo que me recorre el cuerpo una y otra vez en olas que me recuerdan que Violet sigue en algún lado.
El viento causado por los aleteos de los dragones que salen volando me recuerda que mi cabello está suelto y debo atarlo o va a estorbarme en el vuelo de camino a Basgiath. Pero antes de que yo levante mis manos, unas ajenas lo toman delicadamente y deslizan una goma elástica sobre este. «Liam»
—Lo siento—murmura y yo respiro profundo—. Puede que seamos atacados de camino a Basgiath, puede que muramos; así que quiero que sepas que me arrepiento tanto de haberte ocultado lo que te oculté. Que odio haberte hecho sentir indigna, haberte hecho sentir mal. —Se inclina a besar mi cabeza y una lágrima resbala por mi mejilla—. Y que te amo, incluso si tú no lo haces.
Inhalo profundamente, sintiendo ese dolor, que últimamente conozco demasiado bien, llenar mi pecho.
Sin pensarlo siquiera un segundo, doy la vuelta en mi sitio y tomo su rostro entre mis manos, poniéndome de puntillas para besarlo.
Rápidamente Liam me corresponde, rodeando mi cintura para acercarme a su pecho mientras nuestras lenguas se acarician con necesidad, con una profunda necesidad de quedarnos aquí en este beso todo el tiempo que queramos, con la necesidad de volver a lo que éramos antes de saber que ocultaba algo que ponía en riesgo mi vida.
La forma en la que me sujeta me hace estremecer, porque me aprieta contra él como si quisiera fundir nuestros cuerpos en uno solo; me sujeta como si supiera a la perfección que este puede ser nuestro último día con vida si somos atacados.
—Si llegamos a salvo a Basgiath, podemos hablar de todo esto—le aseguro, murmurando sobre sus labios mientras fijo mis ojos en los suyos—. Podemos sentarnos y hablar toda la noche, podemos... poner sobre la mesa intentarlo de nuevo.
¿Por qué lo digo? A pesar del enojo, de la indignación y la tristeza que me llena, en el fondo de mi quiero a Liam. Quiero estar a su lado, quiero de vuelta las noches juntos y las charlas en cada momento que teníamos libres; quiero sus comentarios en mi cabeza cada nada y quiero sus besos.

ESTÁS LEYENDO
Love Scales [Liam Mairi]
FanfictionSer jinete de dragón es la meta de todos los de primer año. Pero antes, debemos cruzar un camino lleno de obstáculos y muerte. Liam Mairi es... un golpe que no esperaba. Coqueto, amable, guapo y... nuestros dragones son pareja. Estamos unidos hasta...