Love Scales [Liam Mairi]

10

5 meses después...

—¿Está hecho?—Pregunto y Liam asiente—. Perfecto. Brennan y yo hemos estado intentando descifrar qué quiere decir el diario de Warrick. No es muy claro al respecto de lo que hay que hacer para establecer nuevas barreras o extenderlas.

Los últimos cinco meses han estado llenos de desastre.

No me alcanzan los dedos de las manos para contar la cantidad de veces que hemos tenido que alejarnos de Aretia para luchar contra grupos de Venin que se dirigen en nuestra dirección.

Ha sido jodidamente estresante. Cada vez se hacen más frecuentes y cada vez nos arriesgamos más a que nos rastreen, pero tampoco podemos permitir que simplemente tomen más fuerza.

El resultado de dichas batallas es un montón de cuerpos de guiverns que decidí, bajo las objeciones de La Asamblea, que fueran llevados a los puestos de defensa del continente, revelándoles a los soldados qué es lo que pasa aquí fuera.

No quiero esperar. No quiero que ellos sigan viviendo en su tonta burbuja, que afronten la maldita realidad y vivan con el miedo de enfrentarse a ellos mientras nosotros hacemos todo el trabajo aquí.

Eso ha sembrado caos, lo sé porque Xaden me lo confirmó cuando vino hace solo un par de días. Me miró como si esperara una explicación, y todo lo que dije fue "es hora de que todos sepan cuál es la realidad. Basta de proteger a quienes se supone deben protegernos a nosotros, no al revés".

Estuvo en desacuerdo al principio, pero luego de explicarle que eso solo iba a ayudarlo en el momento en que se supiera la verdad, terminó asintiendo de mala gana en acuerdo.

Es parte de la estrategia. Sembrar la duda entre las filas debilita la mentira que han estado manteniendo durante años; y soy el claro ejemplo de la rabia que va a generar en los cadetes el saber la verdad cuando llegue la hora.

—No entendemos que quiere decir con nacimiento de una lluvia de hierro. —Brennan me mira y yo niego.

—Tampoco lo sé.

—¿Quizás lo tradujiste mal?—dice Suri y ruedo los ojos, viéndola tomar su lugar en la mesa para la reunión de La Asamblea.

—¿Acaso quieres tú traducir el viejo Lucerrysh?—cuestiono y aprieta los labios. Asiento—. Eso creí. Puede que no sea perfecto, pero aprendí sobre el idioma y eso es lo que dice. Además de que la sangre de los seis y la del uno se combinaron y prendieron fuego a la piedra en una lluvia de hierro.

—Está claro que se refiere a algún lugar, pero en los libros de la biblioteca no hay nada sobre algún lugar relacionado con el hierro—dice Brennan.

—¿No hay algo más?—pregunta Félix.

—No. Lo siento. —Niego, tomando una respiración profunda—. ¿Tenemos respuesta del Vizconde Tecarus?

Esa es, probablemente, la única decisión unánime que hemos tomado. Mantener una imagen a los demás ajena a lo que pasa en verdad.

Estamos produciendo armas. Trajimos a los únicos tres jinetes de dragón que hay aquí, a excepción de los miembros de La Asamblea, y mantenemos la mentira de que aún necesitamos la luminaria para evitar que metan sus narices en nuestros asuntos.

—Si. Quiere reunirse contigo—me dice Brennan y enarco una ceja—. Quiere conocer a quien, según los rumores, porta el don del sol.

El don del sol.

—¿Así lo llamaron? ¿El don del sol?—pregunta el Mayor Fenris y Brennan asiente—. De nuevo, Satori, ¿de qué se trata tu sello?

—Mi sello está relacionado con la naturaleza, es una mezcla, en base, del fuego y el aire. Así que no está muy alejado de lo que dicen—contesto—. Sin embargo, siguen sin ser acertados.