Love Scales [Liam Mairi]

1

—¿Sabe bien?—pregunta Liam y asiento, masticando la pasta en mi boca mientras mis ojos permanecen en el hombre frente a mi.

Brennan. Está. Vivo.

Jodidamente vivo.

Creo que, a pesar de que han pasado dos horas, aún lo estoy procesando. Porque a pesar de que en la ensoñación tuve dos meses para procesar que cosas que creí que eran fábulas, existen; pero nunca se me dijo que el hombre que lloramos hace casi seis años, el hombre que causó tanto resentimiento entre dos familias... está vivo.

—Respira. —Liam besa mi cabeza y yo tomo una respiración profunda.

—Acabas de agregar mierda a tu problema, ¿sabes?—le digo a Adhair.

—Fue decisión de los dragones mantenerlo oculto hasta que ustedes estuvieran listos—contesta—. Tú lo estás ahora.

—Después de creer que todos estábamos muriendo por culpa de un ser cuya existencia yo no sabía y tú si. —Resoplo—. Me habría servido saberlo.

—Si, pero las cosas pasan como deben pasar.

—Tú y yo vamos a hablar más tarde—le dejo claro antes de bloquear el vínculo.

Vuelvo a concentrarme en Brennan.

Sigue técnicamente igual. La sonrisa, la calidez de sus ojos... es él. Pero su cabello ahora es más corto, su rostro es más marcado y hay unas ligeras líneas en las esquinas de sus ojos. «Claro, Brennan ya no es tan joven»

—¿Quieres agua?—pregunta, levantándose para servirme un vaso de agua fría que acerca a mi.

—Quiero darte un puñetazo—contesto y ríe—. Hablo en serio, Brennan. Estoy aquí, haciendo todo lo posible por no darte un puñetazo porque... ¿hola? Se supone que estabas muerto.

—Gracias por alegrarte.

—Oh, lo hago. —Respiro profundo—. Me alegra saber que estás vivo, pero me enoja que estuvimos creyéndote muerto durante seis años. Que Violet le reprochó a Xaden por ti, y que en realidad era el propio Xaden quien debía estar más enojado. ¿Sabes por qué?—Le lanzo una mala mirada—. Porque él perdió a su padre y Violet estuvo tanto tiempo creyendo que ella también te había perdido. Porque tu padre sufrió tu muerte y todos lo vimos, porque incluso tu madre la sufrió, yo la sufrí. Todos lo hicimos y al final... tú estás vivo.

Me levanto, girando mis hombros para alejar un poco la tensión de mi cuerpo.

»Me alegra que estés bien pero, ¿qué pasa con todos los que te lloraron?—cuestiono—. ¿Qué pasa con los que tuvieron el odio de la general por tu muerte? ¿Qué pasa con el hecho de que no se lo dijiste a nadie más que a Xaden? Puedo entender que era por seguridad eso último, pero... joder, juro que voy a darte un puñetazo en los próximos...

—Okey, está bien. —Liam se levanta y apoya sus manos en mis hombros, haciéndome cerrar los ojos con alivio cuando comienza a masajear suavemente—. Vamos a caminar, creo que necesitas procesarlo con un poco de aire fresco.

—Hablaremos más tarde—me dice Brennan.

Asiento, dejando que Liam me guíe fuera del lugar, manteniéndome pegada a su pecho mientras caminamos.

Este lugar es... una fortaleza. Es prácticamente piedra tallada. Su posición es defendible debido a la ladera de la montaña, tiene puertas dobles reforzadas con acero en la entrada, enormes escaleras que se elevan cuatro pisos sobre nosotros y... es tan hermosa como un palacio.

Pequeñas ventanas ubicadas por todos lados dejan entrar la hermosa luz del día que ilumina todo el lugar. Llenando de luz las obras de arte en las paredes, totalmente distintas a los bustos de héroes de guerra que se exhiben en Basgiath.