Love Scales [Liam Mairi]

21

—¿Lo logró?—Liam frunce el ceño en mi dirección y yo suspiro, cerrando los ojos antes de dejar fluir mi segundo sello.

Mi piel se vuelve tan sensible que es un poco doloroso. Puedo sentir la magia fluyendo desde la tierra hacia mi en cantidades tan enormes que cualquier otro no toleraría.

Puedo sentir la magia, pequeña y grande, que fluye por cada cuerpo en la fortaleza; puedo sentir la magia fluyendo de los dos dragones a mis espaldas.

Me concentro, visualizando como mi sello se extiende por la tierra debajo de mis pies kilómetros y kilómetros más allá, en busca de algún punto dónde haya una concentración de esta lo suficientemente grande para ser una barrera.

»Busca a Violet—le pido a Liam.

Siento mi propia magia fluir fuera de mi en una cantidad enorme como cada vez que hago uso de mi sello, mi corazón late acelerado por el temor de que de alguna forma Violet y el resto no hayan conseguido levantar las barreras y mi primer sello prácticamente crece en mi cuerpo preparándose para ser usado en contra del enemigo.

Pero entonces la siento.

La enorme cantidad de magia que fluye de las barreras, el calor del fuego proveniente de ellas envolviendo mi magia con una sensación de estabilidad que me saca una pequeña sonrisa.

—Violet y Xaden están volando hacia la horda de Venins—dice Liam y asiento, abriendo los ojos antes de obligar a la magia a volver a mi cuerpo y dejarla fluir en una menor cantidad para no ser un riesgo.

Ni siquiera tuvimos mucho tiempo para prepararnos. Estábamos a punto de entrar a clases cuando los dragones nos alertaron de Venins volando hacia aquí y todo se volvió un caos.

Violet logró levantar las barreras junto a las seis especies de dragones que se necesitan. «Adhair no pudo hacerlo porque se negaba a irse de mi lado, así que Sgaeyl, al ser de la misma especie, no tuvo problema»

—Okey, ¿dónde está Bodhi?—Me doy la vuelta, respirando profundo cuando veo el escuadrón de jinetes de tercer año que esperan a las órdenes de Liam para alzarse en vuelo y proteger la fortaleza.

Su sello de ver a la distancia nos permite saber si viene una amenaza hacia nosotros. Usualmente lo usa al menos unas cuatro veces en el día por nuestra seguridad, pero yo... estuve ocupando mucha de su atención.

No diré que me molesta porque, aunque odio que se nos haya pasado por alto, sé que pedirle que no me diera su atención sería como hablar con una pared. «Y aún no estoy segura de si eso debería gustarme tanto»

—Aquí. —Bodhi se acerca desde su dragón verde—. ¿Listos?

—Las barreras fueron levantadas—le hago saber y suspira aliviado—. Manda a la mitad en dirección a la horda para servir como refuerzos, Liam y yo sobrevolaremos en caso de que algo, los dioses no lo quieran, fallen. —Miro en dirección a los dragones que esperan—. Rápido, Bodhi.

Él asiente, girándose antes de correr hacia los cadetes.

—¿Lista?—Liam apoya su mano en mi espalda y yo respiro profundo.

Tenemos que hacer una ronda para patrullar cerca de las barreras, en caso de que haya alguna amenaza no detectada debido a la enorme prioridad que se le dió a la horda de Venins acercándose. Y si alguien puede encargarse de cualquier amenaza, somos nosotros.

—Cuando desperté hoy no esperaba tener que enfrentarme a una horda de Venins. —Comienzo a caminar en dirección a Adhair, que se agacha un poco para recibirme cuando llego hacia ella.

—¡Maeve!—un grito llama mi atención y miro sobre mi hombro para ver a Ridoc, desde la entrada de la fortaleza con una expresión de preocupación—. ¡No mueras. Me asustaría como la mierda!