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—Estamos bien preparados—le aseguro a los profesores, rodando los ojos ante sus miradas incrédulas—. Entiendo que ustedes—miro a Emetterio y Devera— no lo crean; pero el resto es plenamente consciente de la preparación que ambos hemos estado recibiendo para compensar el tiempo perdido en Basgiath.

La Asamblea ha decidido que debemos retomar las clases. Y, como cadetes y jinetes de dragón, Liam y yo formamos parte de ello.

Pero Emetterio y Devera insisten en que nunca nos graduamos y debemos pasar por el primer año otra vez. ¡Como si no tuviéramos dos dragones!

»Y, técnicamente, si no nos hubieran mentido, nadie habría tenido que fingir su muerte—les recuerdo, logrando que ambos profesores aprieten los labios—. Los entendemos, pero ustedes también deberían entender la situación.

—¿Por qué no les toman exámenes?—sugiere Felix y yo asiento en acuerdo—. Si los pasan, serán integrados con los de segundo año. Como si se hubieran graduado.

—Yo mismo me encargué de que ambos tuvieran los conocimientos necesarios—dice Brennan—. Incluso han aprendido más de lo necesario para un segundo año.

Devera enarca una ceja.

—Teníamos que hacer algo. —Liam se encoge de hombros.

Sé que la Asamblea está de acuerdo con los exámenes. Para nosotros no es un problema hacerlos tampoco.

Devera y Emetterio se miran. Entonces este último suspira.

—Bien. Haremos los exámenes y si los aprueban serán asignados a sus respectivas clases con sus antiguos compañeros. —Emetterio mira a Xaden—. Si su líder de Ala lo acepta.

—Son mis cadetes. —Xaden asiente y yo sonrío.

—Perfecto. Entonces, ¿cuándo empezamos?

***

Tres días después, ambos estamos sentados en el despacho que utilizan para informe de batalla, a la espera de por fin poder ver a nuestros amigos.

Hemos estado ocupados estos tres días. Exámenes, demostraciones de que nuestros sellos están completamente bien y perfectamente controlados, entrenamientos y reuniones de las que apenas hemos salido con vida.

No he podido ver a mis amigos, estoy segura de que Ridoc va a reprocharme por ello, pero las aguas aquí son muy agitadas y no tenemos tiempo para descansar.

—¿Aún duele?—Liam acaricia la cortada en mi muñeca causada por una de las escamas de Adhair en el patrullaje de anoche, cuando tuvimos que alejarnos hasta la frontera con el enemigo para detener a un grupo de Venin.

Lo siento. –La molestia en la voz de mi dragona no es posible de ocultar.

No es tu culpa. Yo me descuidé.

Solté una de mis manos para hacer uso de mi sello cuando todos ellos se vinieron sobre mi. Adhair intentó esquivarlos y yo no esperaba el movimiento, así que terminé casi clavando su escama en mi muñeca.

—Estoy bien. Haré que Brennan la revise más tarde—le aseguro y asiente, inclinándose a besar mi sien.

Al igual que en Basgiath, ambos seguimos estando en la cuarta Ala y en la misma sección. Xaden estuvo de acuerdo debido al vínculo de nuestros dragones; creo que pronto tendremos que hablar sobre el vínculo entre Liam y yo, ese que no tiene que ver con Adhair y Deigh.

Cuando te sientas lista–me asegura Adhair.

—¡Oh, mis ojos presencian un milagro!—La voz de Ridoc me hace reír cuando entran al despacho, seguido de Violet, Rhi, Sawyer y dos chicos que...

Love Scales [Liam Mairi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora