📚░B░a░j░o░ ░l░a░ ░s░o░m░b░r░a░ ░d░e░ ░l░a░ ░r░a░z░ó░n░📚

🔥📚Capítulo 24 / 2📚🔥

Nota autora:

Esta parte esta narrada justo en el capítulo 24 cuando están en la cabaña de finde semana romántico jajaja luego se proseguiría con el 25 disfruten😌😌😌

Puede que contenga un poco de  BDSM aviso aquí son versátiles los dos, aunque el top en este fic es Fyodor que es sadomasoquista y Nikolai que es masoquista 

Aviso que es mi primera vez intentando escribir algo referente a BDSM, así que solo espero que lo disfruten y sino les gusta no lo volveré a escribir jjeje

Ahora sí pónganse la música que mas les plazca yo les dejo una que siento que pega con el momento :D

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La oscuridad nos envuelve, y en ella, todo parece desvanecerse. El tiempo es una idea lejana, como si el mundo entero hubiera desaparecido. Solo quedamos nosotros, en esta habitación que ni siquiera reconocemos, ni sabemos cómo llegamos aquí. 

La cama cruje ligeramente bajo nuestro peso, pero el sonido se pierde en la quietud, como si fuera parte de todo lo demás, de esta quietud extraña.

Siento el calor de su cuerpo bajo el mío, su respiración ligera y pausada, pero aún tan cercana. No sé si lo hago por instinto o si es algo más, pero no puedo apartarme de él. Mis manos, vacilantes al principio, comienzan a moverse sobre su piel, recorriéndola con una delicadeza que no creí posible en mí. Cada centímetro de su cuerpo es como un mapa que quiero explorar, una extensión de algo profundo y esencial. Cada caricia es una declaración muda, una veneración silenciosa.

Me inclino sobre él, siento la suavidad de su cuello bajo mis labios, y no puedo evitar besar esa zona vulnerable. Es un impulso, uno que ni siquiera entiendo por completo, pero me siento impulsado a seguirlo. Mis labios se deslizan por su piel, cada beso tiene una cualidad de reverencia. 

Me pierdo en la calidez de su cuerpo, en la forma en que su respiración se vuelve más irregular, como si de alguna manera él también estuviera dejando que esta conexión, este momento, nos envolviera por completo.

Mi camiseta se desliza hacia arriba sin que lo piense, como si no existiera barrera entre nosotros. Puedo sentir la tensión en el aire, en la forma en que ambos nos movemos, lentos, cautelosos, como si supiéramos que este instante podría desmoronarse en cualquier momento, pero aún así, no podemos detenerlo. Mis manos no tienen prisa. Cada movimiento es deliberado, como si fuera una manera de saborear el momento, de atesorarlo en su forma más pura.

Escucho su voz, suave, casi un susurro, que dice mi nombre. Es extraño, como si no fuera su voz, sino un eco de algo más profundo. Mi corazón da un vuelco. Su mano se enreda en mi cabello, tocándome con una ternura que no esperaba. 

-Kolya...-gime acariciando mi pelo para después jalarlo mas hacia el exigiendo más 

Es como si, en este momento, todo fuera lo que realmente debería ser. No hay ruido, no hay prisa, solo la sensación de estar aquí, con él, en este espacio que parece no tener principio ni fin.

Yo, que siempre he mantenido todo bajo control, me dejo llevar. Y cuando su dedo recorre mi rostro, sus ojos oscilan entre la confusión y la necesidad, algo dentro de mí se rompe, de una forma extraña, un rompecabezas cuya pieza encaja finalmente. El mundo sigue girando afuera, pero aquí, en este cuarto oscuro, somos solo nosotros. Y es suficiente.

Todo lo que había sido una distancia, un muro, ahora se deshace entre nosotros, con cada suspiro, con cada mirada. La duda se desvanece, no porque todo tenga sentido, sino porque ya no importa. Y en este silencio, entre besos suaves y caricias que dicen más que mil palabras, me doy cuenta de que no sé si alguna vez querré salir de aquí.