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Miré a Bella de reojo y negué con la cabeza, ella se encogió de hombros y comenzó a jugar con sus manos.

- Es una gran casualidad. –rió el castaño detrás de mí. Apreté la mandíbula y me resistí a partirle la cara.

¿Casualidad? Casualidad es que camines por la calle y te encuentres a tu profesor de Matemáticas, no que de pronto llegue una chica con las mismas características de tu amiga de la infancia.

- ¿Cuándo me darás el móvil? –pregunté mirando a Louis suplicante. Necesitaba hacer una llamada al aeropuerto para cambiar los billetes de ida, y cuanto más tardase, más ahorros de duros meses de trabajo se esfumarían.

- Oh, lo olvidaba. –dijo risueño metiendo la mano en su bolsillo izquierdo y acercándomelo. - ¿De dónde sois? –preguntó mirándonos a Bella y a mí con una sonrisa.

- Yo soy de Perth, Australia. –contestó Bella mirándole aún incrédula. –Pero vivimos en Sydney. –continuó con una sonrisa.

- Australia mola. –comentó divertido mirándome. - ¿También eres de Perth? –sacudí la cabeza en forma de negación, pero antes de que contestara, mi amiga se adelantó rápidamente.

- ¡No! ¡Ella es de Inglaterra! –chilló emocionada. –Llegó a mi instituto con unos dieciséis años, justo cuando comenzó One Direction. –a través del retrovisor vi la sonrisa de Niall.

- ¿De qué parte eres? –volvió a preguntar, esta vez, Harry.

- No os lo vais a creer. –de nuevo, Bella contestó por mí, algo que realmente odiaba, pero tampoco me gustaba contestar preguntas sobre mi vida. Se giró sobre su asiento estirando el cinturón. -¡Es de Wolverhampton! –miró a Liam a los ojos y este sonrió.

- ¿En serio? –rió el castaño mirándome. -¿A qué instituto fuiste? –inquirió con la vista fija en mí.

- St. Peter's Collegiate School, ¿Te suena? –giré de la misma manera que lo había hecho Bella antes y lo miré.

Frunció el ceño mirándome, intercambiando una mirada fugaz con el conductor del vehículo –cabe decir que aún no sabía a dónde demonios se dirigía el coche –que alzó las cejas divertido.

- Yo estudié allí. Rascó su nuca y me miró. –Bueno, tu cara me resulta familiar. –retomó la sonrisa de nuevo. -¿Nos conocemos? –preguntó aún con el ceño fruncido.

Sonreí sin gracia y me encogí de hombros mirándole. –Eso pensaba antes de irme a Australia y dejar mi vida aquí. Mi vida y mi mejor amigo. Alexia Walker. –extendí mi mano hacia él, apretando mi mandíbula. –Encantada, Woody. –su rostro se tornó blanco al llamarle de esa manera.

Sólo había una persona que le llamaba así. Y esa era yo, su mejor amiga, la chica que iba todos los sábados a su casa y cenaba con sus padres como si fuera su propia familia, la que veía con él su película favorita a pesar de que a ella le aterrorizaba que, esa misma noche, sus juguetes comenzaran a moverse. Pero allí estaba esa niña, siempre con él.

- ¿Alexia? –me miró a los ojos y entreabrió los labios. -¿Alex? ¿Lex? –rodeé los ojos y asentí mientras por sus labios se resbalaban los sobrenombres que solía utilizar para molestarme. –Dios mío... -rascó su nuca para después dejar soltar una carcajada y mirarme con una sonrisa. -¡Bunny! ¡No puedo creer que estés aquí! –gritó saltando el asiento y abrazándome dificultosamente por encima de la cabeza de Louis.

Me revolví incómoda hasta que Liam se apartó y me miró extrañado.

- Dios mío, has cambiado mucho desde la última vez que te vi, Bunny. –sonrió mirándome aún sin poder creérselo.

>>Promise<< |LP| #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora