- ¿Qué te pasa en la pierna? –preguntó riendo Louis colocando una mano en mi rodilla para que dejara de moverla nerviosamente.
Ni si quiera me había dado cuenta de cuánto tiempo llevaba moviendo la pierna como si fuera un estudiante al que le darían la nota final. Paré el movimiento y me encogí de hombros mirando a Louis, aún que sabía perfectamente porque estaban nerviosa, Liam me había puesto así, y la única manera de retener mi enfado había sido, casualmente, esa.
- ¿Dónde estamos? Quiero volver al hotel ya. –protesté cuando el rubio giró el vehículo hacia un callejón en el lado izquierdo de la calla. No tenía salida y estaba lleno de basura.
- En la salida de emergencia del estudio. Si entramos por la principal las fans se echarán encima, y no queremos que comiencen los rumores. –respondió el chico de pelo largo y rizos quitándose el cinturón. Fruncí el ceño y lo miré confusa.
- ¿Rumores? –pregunté imitando el gesto de Harry y saliendo del coche.
- Soy dos chicas muy guapas, lo más posible es que comiencen a decir que sois la nueva pareja de alguno de nosotros, o simplemente os llamarán... -el rubio dejó la frase en el aire, pero no hacía falta terminarlo como para saber que seguía.
-¿Cómo volveremos al hotel? Ni si quiera sé dónde estamos. –seguía a Niall que empujaba la puerta de emergencia oxidada, emitiendo un chirrido muy molesto.
- Nosotros os llevaremos, no os tenéis que preocupar por eso. –contestó Louis a mis espaldas, poniendo una de sus manos en mi hombro.
- No queréis rumores pero llevaréis a dos chicas a su hotel. –se burló Bella. –Como fan pensaría que Harry y Niall tienen nuevas novias. –añadió riendo y sacudiendo la cabeza.
La miré confusa y sacudí la cabeza.
- ¿Porqué ellos? –pregunté, me miró como si fuera lo más obvio del mundo. Harry giró para mirarme y soltó una pequeña carcajada pasando sus brazos por los hombros de Bella y los míos.
- Somos los solteros de oro. –contestó con orgullo mientras reía divertido. –O los mujeriegos, depende de cómo lo quieras mirar. –se justificó. –Cada chica que ven, es un drama, y es muy molesto. –suspiró encogiéndose de hombros. –Pero bueno, es uno de los precios que tienes que pagar por vivir tu sueño, al final merece la pena. –sonrió de medio lado y adelantó su paso por el pasillo, colocándose el primero del grupo.
La expresión que había puesto Harry mientras hablaba me había parecido lo más real de ese día de locos. A ojos de los demás, los famosos –en este caso cantantes –tienen una vida perfecta, llena de lujos, de viajes, y de cariño por parte de sus seguidores. Pero detrás de toda esa vida de ensueño llegaban los rumores, los tan odiados paparazzi por los famosos, y las cosas que tenían que hacer sin ni si quiera querer. Nunca fui esa clase de personas que mientras miraba los programas de corazón, me daban pena los famosos que eran perseguidos por los periodistas y masacrados con preguntas sobre su vida privada o acusaciones. Siempre pensaba lo mismo: son personajes públicos, su vida está expuesta.
Y tenía razón, al menos una parte. Cuando expones tu vida a la gente, dejas de tener la libertad de ir a comprar en chándal, porque siempre habrá fotógrafos y sin duda te criticarán. No podrás caminar tranquilo con tu perro porque alguien se acercará y te pedirá una foto o un autógrafo, y después de esa persona, llegarán cien más. Ni si quiera puedes ir a cenar con tu hermano a un restaurante, porque estarán en dicho lugar, a esa misma hora para seguir cada uno de tus movimientos y sacar el más mínimo detalle para inventar un rumor. La vida de un famoso es así, o al menos eso parece en la televisión. Y como decía Harry, era un precio que se tenía que pagar.
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>>Promise<< |LP| #WATAwards
Humor¿A cuánto estarías dispuesta a hacer por una promesa?