— Me desconcentras, Alexia. —chasca la lengua Adam.
Para de cantar y río ante su mueca de concentración, mirando detenidamente los cables. Agarro mi pelo con una pinza y me siento en el suelo para continuar sacando cosas de la enorme e interminable caja de cartón, que, sin duda, había llegado a pensar que era el bolsillo de Doraemon. —¿Tantas cosas tenía en casa? —pregunto mirando el fondo de la caja, que entre tantos libros y discos de música, aún no se ve.
— Te adueñaste de mi casa. Cremas, ropa, CD's...La llenaste de objetos femeninos como velas aromáticas, cuadritos románticos y plantas. —protesta divertido, asomando la cabeza detrás de la televisión y guiñándome un ojo.
— Agradéceme las velas aromáticas, Adam, tu casa siempre olía a pizza o a hamburguesas del McDonald's. —río y le hago burla, haciendo que sonríe y salga de detrás de la televisión.
— Tienes toda la razón del mundo. —dice arrastrando las palabras y abrazándome por la espalda. —Y tengo que reconocer que aún que vaya a recuperar mi casa de hombre...voy a echar de menos levantarme temprano y oler el aroma de tus galletas caseras. —me da un beso en la mejilla y sonríe. —Me alegro que nada haya cambiado entre nosotros. —dice finalmente, deshaciendo el abrazo y volviendo a su posición detrás de la tele.
Continúo metiendo la mano en la caja y sacando CD's. Uno en especial llama mi atención y miro la carátula con detenimiento. Realmente no sé si reír, llorar, o sonreír con nostalgia ante los recuerdos que emanan de esa imagen. Respiro hondo y elevo la carcasa del disco. —Este disco es de Bella. —aviso a Adam, quien asoma de nuevo la cabeza y frunce el ceño.
Mira la carátula y tuerce la boca. —Mierda, lo siento. Yo...metí todos los CD's sin mirar cuáles eran. La desordenada de Bella ha debido de meterlo en la estantería. —se queja. Sonrío y me encojo de hombros restándole importancia.
— No te preocupes, Adam. No ha sido culpa tuya. —sonrío. Lanzo el disco a una caja vacía y trato de evaporar la imagen de un Liam en su primer disco Up All Night, y continúo sacando cosas de la caja.
— ¡Lo conseguí! —grita Adam saliendo de entre todos los cables. Pulsa el botón del mando y la televisión se enciende en el canal de noticias.
— Ese es mi chico. —digo acariciándole como si fuera un perro y acabase e darme la pata por primera vez. —Oficialmente, ya tengo televisión en mi casa nueva. —sonrío y él me abraza por los hombros.
La música de presentación de un nuevo programa retumba en el, aún vacío salón, y hace que Adam ponga una mueca de desagrado al saber que es un programa sobre cotilleos de famosos.
-¡Como estáis viendo queridas directioners! —Adam me mira y centra los ojos en el televisor. —¡Era de esperar que Liam volviese con su ex mujer, Clarie Lapointe. La bella francesa y el británico cantant..
— Apágalo. —pido rodando los ojos.
Adam alcanza el mando con rapidez y apaga la televisión mirándome, arqueo las cejas y él niega con la cabeza. —No. Sabes cómo soy y no lo haré. —informa.
— Adelante, puedes decirme que soy tonta y que me lo advertiste. —digo saltando una leve carcajada.
— No lo haré, Alexia. No considero que seas tonta, hiciste lo que tu cuerpo pedía en cada momento y eso no es malo, y si te has equivocado no seré yo quien lo diga. Los amigos no sueltan un te lo dije. —sonrío ante sus palabras y le abrazo. —Tienes derecho a equivocarte, aun que me haya costado en un principio reconocerlo. Sólo te digo que casi ha pasado un mes y tiene a darte cuenta de que ahí fuera tienes una fila de chicos esperando para conocerte. —dice encogiéndose de hombros.
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>>Promise<< |LP| #WATAwards
Humor¿A cuánto estarías dispuesta a hacer por una promesa?