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Los gritos se entremezclan con los llantos, no puedo escuchar con claridad lo que cada grupo de fans canta o corea puesto que hay tanta variedad que los gritos de unos se enlazan con lo de otros. Ni si quiera se me hace audible el sonido de las fotos que sacan continuamente. Veo con una sonrisa de estúpida cómo hay personas que se abrazan, como si jamás se volviesen a ver. En su mayoría son chicas, chicas que se han conocido gracias a un grupo de música y ahora se han vuelto más inseparables que personas con las que pasas tú día a día. También hay chicos, algunos han hecho el acto de buena fe de acompañar a sus hermanas o a sus novias a ver a cinco idiotas sobre el escenario, o al menos es así como se califica Harry, y otros, por su parte, son más ruidosos y más fanáticos que las propias chicas.

Una mano se posa sobre mi hombro y me sobresalto por un momento, dándome cuenta que quizá me había quedado demasiado sumergida en mirar fugitivamente a los miles de fans que hacen bulla en el estadio.

— Si yo misma saliese ahí, me moriría. —confieso, mirando al ojiazul. —Aun que claro, ya es costumbre. —digo, haciendo que él sonría.

Louis sonríe y se encoje de hombros. — En realidad nunca te acostumbras a esto. —dice riendo. —Aún seguimos sintiendo las mariposas en el estómago antes de salir. Niall con los nervios se hace pis, a mí me sudan las manos. —su comentario me hace reír y ruedo los ojos. —Pero somos afortunados de estar aquí. Y tú, señorita observadora. —dice colocando el dedo índice sobre mi nariz. —Te tendrás que acostumbrar.

—¿A qué te refieres? —pregunto exaltada.

Ya lo había comentado en reiteradas ocasiones. Quiero a Liam, pero este no es mi mundo. No me gusta el hecho de tener cámaras pegadas a nuestros traseros cada vez que salimos a tomarnos un refresco, como ocurrió esta mañana. Al fin y al cabo yo me enamoré de un Liam adolescente que el único ápice de fama que tenía se basaba en un par de minutos en un concurso de talentos del que fue expulsado en la primera audición. Sin embargo, allí me encontraba yo, detrás de las estructuras del escenario con los oídos a estallar y habiendo aceptado las condiciones de haberme enamorado de Liam sin leer la letra pequeña.

El punto, no me importaba.

— Liam quiere decir que, oficialmente, tiene novia. —abro los ojos mucho al escuchar las palabras de Louis.

Me es inevitable sentir un dolor instantáneo en el estómago, pero también me es inevitable no sonreír.

— Se supone que era una sorpresa, pero sé que eres algo tímida y tú hubieses muerto de vergüenza si lo llega a hacer sin aviso. Pero no digas que te lo he comentado. —me mira como un niño pequeño.

— Está bien, Lou. Muchas gracias. —digo sonriente.

Louis se va casi corriendo a prepara los últimos detalles para salir en menos de dos minutos al escenario.

La música retumba en mis oídos cuando los teloneros acaban su actuación y los aplausos y gritos se hacen sonar. Si eso me parece ruidoso, no me quería imaginar vivir un concierto desde la otra parte, la no espectadora.

Los chicos, en fila, caminan hasta donde yo me encuentro, justo al lado de unas pequeñas escaleras metálicas que llevan hasta el escenario. Liam me mira y hace movimientos con sus brazos para descargar sus músculos y sus nervios. Sonrío y ruedo los ojos.

— Lo vais a hacer genial. —le tranquilizo. —Es un concierto normal y corriente, de los que dais siempre.

— No, hoy no. —dice dejando de moverse como una serpiente y acercándose a mí para besarme la mejilla. —Hoy está mi novia viéndome y no sé si le gustará. Es algo exigente con la música, recuerdo que de pequeño siempre me peleaba con ella por los géneros que nos gustaban a cada uno. —sonrío ante el recuerdo y coloco una mano en su mejilla.

>>Promise<< |LP| #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora