#17

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Fijo mis ojos en él, con la mirada llena de rabia, quería pegarle una paliza en esos instantes y sin duda lo haría si Harry no estuviera agarrando mi cintura mientras me saca de la habitación.

No le había contestado, ni gritado o arrojado algo que peligrara su integridad física, pero el chico de rizos me estaba sacando antes de que todo aquello ocurriese.

- ¿Un café? –pregunta con lentitud en las palabras, como siempre.

- ¿En serio? ¿Un café? Sí, claro, es lo más apropiado en estos momentos. –gruño cruzándome de brazos cuando él suelta mi cintura al estar seguro de que no regresaría la habitación.

- Quizá una tila esté mejor. –zanja con una sonrisa. –Me encantaría poder darte un consejo sobre lo que está ocurriendo, o al menos explicarte la postura de Liam. Pero no puedo. No sé que es lo que piensa o lo que intenta lograr, algo muy extraño por parte de él. –comenta cruzando la puerta de la cafetería y sentándose en una de las mesas más alejadas del núcleo de entrada.

- Me voy a casa. No quiero seguir aquí, y créeme que quiero borrar toda la mierda relacionada con Inglaterra que recuerde porq...

Me interrumpe colocando una mano sobre la mía. –Relájate, además no digas eso frente a un británico, me ofende. –dice él con una pizca de humor en sus palabras. – Entiendo que te quieras ir a casa y entiendo tu confusión ante la actitud de Liam...pero hay algo que no me queda claro. –murmura él con los labios fruncidos en una línea recta. -¿Porqué viniste a Londres? –pregunta entrecerrando los ojos.

Quedo en silencio por unos minutos, mirando sus profundos y verdes ojos, y realmente quiero escapar de allí, sé porqué llegué a Londres, pero no es algo de lo que quiera hablar y mucho menos confesar.

Me encojo de hombros y él sonríe. –Vamos, Alexia, nadie se recorre medio globo terráqueo para ver a cinco tonto subidos a un escenario haciendo guerras de agua o serpentinas. –dice él encogiéndose de hombros.

- Agh...sólo pensé en retomar la amistad que tenía con Liam. –miento cubriendo mi rostro. –Y sé que ahora te preguntarás lo típico que haría cualquier persona: ¿porqué ahora, porque es famoso? –imito una voz extraña y niego con la cabeza.

- Liam lo ha pasado muy mal, es algo que todos los fans conocen. De pequeño él...

- Sufrió acoso escolar. –le interrumpo acabando la frase. –Y no, yo no soy una de esas zorras que se metían con él y ahora quieren tirárselo. Tampoco son la niña estúpida que no se metía con él, pero tampoco informaba a los profesores. Joder, Harry, yo era su amiga. Su única amiga. –digo desesperada. –Yo he recibido golpes por parte de sus acosadores por defenderle. –confieso mirando sus ojos, llenos de preocupación. –Me amenazaban con pegarme una paliza si seguía siendo su amiga, y no me importó en lo más mínimo. Incluso una vez, unos niños dos años mayores que yo, me propinaron un puñetazo en la nariz y me la rompieron, nunca le conté a Liam porqué fue. –explico cerrando mis ojos y dejando soltar un largo suspiro.

Harry carraspea y abro los ojos. Él muerde su labio inferior nervioso y mira a mis espaldas. No culpaba su reacción, era una historia complicada, tanto para Liam, como para mí. Yo lo dejé todo por Liam, pero él nunca lo supo.

- Yo...pensé que cuando me fuera todo seguiría igual, pero él sólo me olvidó. ¿Sabes cuanto me dolió, Harry? Mi mejor amigo se había olvidado de nuestros momentos, nuestras risas...nuestra amistad. Y después de tragarme el maldito orgullo y hacer, una vez más, una locura que casi me lleva al calabozo, él se comporta como un auténtico estúpido. –Harry aprieta mi mano y vuelve a carraspear.

>>Promise<< |LP| #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora