#65 ·Penúltimo·

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Narra Liam

No puedo apartar los ojos de su sonrisa tan hogareña. Parecía emanar felicidad por cada poro de su cuerpo y saber que era yo el responsable de aquello me producía escalofrío.

No. No llevaba el típico vestido de novia que las mujeres se colocan en el banquete de la boda. Ni tampoco un velo que arrastraba por un césped verde lima. Pero lucía impresionante.

Cada sonrisa, cada mirada, cada sonido que emitía su voz, para mí era algo asombroso, algo perfecto.

No había hecho falta juntar a trescientos invitados, rentar una hacienda de una hectárea y contratar la mejor orquesta del país para celebrar que Alexia es mi mujer. Tan sólo era necesario que estuviéramos nosotros dos juntos y...

— Los leones, cuando se casa, pasan a ser gatitos. —y Louis.

— Acaba de casarse, Lou. Está enamorado, déjale. —me defendió Zayn. —Y ahora callar y mirad cómo Harry canta con esa anciana I will Survive.

La idea era celebrarlo Alexia y yo, solos. Quizá una pequeña cabaña cerca de la playa, o en las afueras de Londres, algo tranquilo para que pudiéramos disfrutar el uno del otro. Pero mis amigos no eran de esa clase de personas que se quedan quietos sin acoplarse a un festejo.

Y allí estábamos. En cierto modo, no había nada mejor que aquello. Habían investigado los karaokes de Londres, uno por uno, hasta dar con el famoso al que siempre íbamos mi familia junto a Alexia. En el que mi —ahora—mujer me dio el primer empujón hacia el mundo de la música.

No podía estar más agradecido.

— ¿Te estás divirtiendo? —me pregunta al oído Alexia, con una sonrisa.

Yo asiento, mirando con detenimiento sus ojos. Ni siquiera me creía que después de tantos años yo fuese el afortunado.

— Es algo digno de recordar. —digo haciendo un gesto hacia Harry, quien ha soltado el micrófono y hace de bailarín de la señora. —Buen dueto el tuyo con Niall, temo que me remplaces en One Direction. —ella chasca la lengua.

— ¿One Direction? ¡Oh, vamos! —rueda los ojos burlesca. —Sabes que no me van mucho esas boybands de niños. —yo río. —Ya sabes, esos chicos inmaduros. ¿Qué les verán las adolescentes? No son guapos y ni siquiera cantan bien. —yo asiento, fingiendo estar completamente de acuerdo con ella.

— Uno de ellos, no recuerdo bien su nombre, creo que es Ian o algo así, está casado con una belleza londinense... —cierro los ojos, mordiéndome el labio inferior.

Alexia golpea mi hombro y después acerca sus labios a los míos.

— Te quiero. —susurra, dándome un beso en la mandíbula.

— Yo más. —entrelazo sus manos a las mías y observo sus finos dedos, centrándome en uno de ellos en concreto.

No había otra mujer en la faz de la Tierra a la que le pudiera quedar mejor aquel anillo en el dedo anular. Alexia era mi esposa.

— ¿Hola? ¿Se escucha? —Niall golpea levemente el micrófono y carraspea. —Hola. —dice alegremente con un marcado acento irlandés.

Zoe y Bella me miran al instante. —Dime que no dará uno de sus discursos. —ruega, haciéndome reír. —Leeyum. —me mira avergonzada y yo me encojo de hombros.

— No tenía ni idea, Bunny...

Le escucho atentamente.

— Bueno pues... no soy bueno hablando en público. —el rubio se queda pensativo. —Eso es algo paradójico porque canto delante de estadios repletos de gente, pero no soy capaz de aclararme en un karaoke. —la sala ríe levemente y continúa. —Mi mejor amigo se ha casado. —y ahora el establecimiento se llena de silbidos y sonoros Aaaawww. —Sí, bueno. Ha tenido una niña y... —sonríe en mi dirección. —Y estoy feliz de que haya escogido perfectamente la mujer con la que pasará el resto de su vida. —Alexia y yo nos miramos a los ojos y continuamos escuchando a Niall. —El resto de mis amigos y yo siempre pensamos que Louis o Liam, serían los primeros en casarse.

— ¡Te has adelantado! —grita Louis haciéndose notar.

Golpeo su hombro y él se encoge de hombros con una sonrisa divertida.

— Eso es, Liam se ha adelantado y... Sólo quiero desearte, en nombre de todos los que te queremos que...en esta nueva etapa de tu vida, como marido e hijo, seas, como mínimo, la mitad de buen amigo que has sido con nosotros. Queremos que disfrutes haciéndole las misma bromas a tus hijos y, en un futuro, a los nuestros, tal y como nos las hiciste algún día a nosotros. Queremos que nos cuentes las historias divertidas que te ocurren a diario. Pero sobre todo, que seas feliz. —me señala y alza las manos. — ¡Os queremos, matrimonio Payne!

(...)

— ¿Estás cansada? —le pregunto al cerrar la puerta de casa a nuestras espaldas.

Ella asiente y resopla levemente. —Y no sabes cuánto agradezco que tus padres se hayan quedado con Olivia. —sonríe ella. —Estoy muerta de sueño.

— ¿Mucho? —pregunto tomándola de la cintura y acercándola a mí. Ella encara una ceja y me sonríe pícaramente.

— Aún tengo energías, Li. —insinúa dándome un beso rápido en los labios.

—¿Eso quiere decir que deberíamos pensar nombres para el próximo bebé? —cuestiono alzando las cejas, ella se queda pensativa durante un par de segundo y se encoge de hombros.

— Me gusta James. ¿Qué te parece? —yo río soltándola y acariciando su hombro.

— Sube a la habitación, cogeré el champán. —ella se da la vuelta con una sonrisa y la silbo cuando comienza a subir las escaleras.

— No te desbroches ni un botón de la camisa. —advierte ella. —Prefiero hacerlo yo. —me guía un ojo y yo río.

— ¡Cariño! —la llamo antes de que continúe subiendo las escaleras. Ella se gira sobre los talones y se acerca a la puerta de la cocina. —Gracias por todo. Sé que... nuestra relación ha sido algo complicada y que... la mayoría de las parejas normales primero se conocen, se enamoran, se casan y después tienen hijos. No llegan después de diez años, se enamoran, tienen una hija y más tarde se casan.

— Somos originales, amor. —anima ella con una de sus melodiosas carcajadas.

— A lo que me refiero es que... no importa como sea si es a tu lado. Si es niño o niña, si vivimos en Londres o en Pekín. Sólo quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Las mujeres soléis decir que los hombres no tenemos las cosas claras hasta los treinta años cuando nos explotan en la cara pero te puedo asegurar que yo con cinco años ya tenía claro que en un futuro serías mi mujer. Porque nací para ello. Para cuidarte y amarte como lo hago ahora. Y que... me alegro de haberte hecho aquella promesa...

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¿Imaginad algo así con Liam a tu lado?

¿Me puedo morir ya?

Para que no os angustiéis, subiré el último capítulo que funcionará como epílogo muy pronto. Me puse sentimental, hace un año que empecé esta novela y parece que fue ayer cuando recibí los primero votos.

Dicho esto, y dejándoos saber que os quiero mucho, os dejo llorar.

Att: Marta:)

>>Promise<< |LP| #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora