- Dios mío, Alexia. –susurra en mi oído con la voz quebrada. –Pensé que te perdía. –siento su aliento en mi pelo y comienzo a notar un revoltijo de sensaciones y de emociones en mi cuerpo que no comprendo.
Se separa de mi unos centímetros y junta su frente a la mía, conectando nuestras miradas y haciendo que sonría al volver a ver su ojos. -¿Porqué viniste? –pregunto con una sonrisa plasmada en el rostro.
- ¿Pensabas que e quedaría de brazos cruzados en Australia sabiendo que estabas enfadada conmigo? Ni loco, pequeña. –besa mi frente y cierro mis ojos notando sus cálidos labios sobre mi piel. –Cuando me enteré de que el avión se había estrellado... -suspira y se muerde el labio inferior. –Joder, no sé ni cómo sigo vivo, ¿sabes el ataque de pánico que me entró? Pensé que nunca más podría abrazarte. –volvió a rodear mi cintura con sus brazos y a repartir besos por mi cabellera, haciéndome reír.
La tos repentina que comienza a salir de Liam, hace que me separe levemente de Adam y lo mire. Y quizá era la única que lo sentía, pero era una situación bastante incómoda.
- Uhm...hola, soy L...
- Sé quién eres. –se adelantó Adam torciendo la boca. –Yo soy A...
- Yo también se quién eres. –contestó de la misma manera Liam.
Mordí mi labio con nerviosismo, intentando reprimir una leve risa que ocultaba lo incómoda que me sentía. –Parece que Alexia te ha hablado de mí. –sonrió Adam mirando a Liam mientras pasaba uno de sus musculados brazos por mis hombros.
- En realidad no tanto, lo justo para saber que eras tú el de los continuos mensajes. –sonrió Liam de oreja a oreja. –No hemos tenido mucho tiempo para hablar de ti, en realidad nos hemos centrado en las cosas importantes. –su voz suena inocente, como si no hubiera dicho nada que a Adam pudiera molestarle y abro los ojos desproporcionalmente.
Diablos, le acababa de decir en la cara que no era importante con un toque de inocencia que ni el mejor actor podría interpretar.
No escucho respuesta de Adam, por lo que le miro detenidamente y puedo observar sus labios entreabiertos, las palabras de Liam habían dejado a Adam sin saber cómo contestar y, he de admitir, que es un gran logro.
- Entonces...¿un café? –pregunta Liam con una sonrisa en la cara mientras me miraba. Adam me acerca más a él y Liam continúa guardando la distancia, ni si quiera se inmutaba de que Adam estuviera mostrando ese lado sobreprotector que ni yo misma conocía, bueno, no a ese nivel.
- Uff, muero de ganas por un café. –de los labios de Adam sale una amplia sonrisa cuando desaparece la de Liam de su rostro, me mira al instante y Adam lo imita.
Muerdo mi labio inferior y río con nerviosismo. –Bueno yo...he...podríamos avisar a los demás, ¿Qué te parece? –miro a Liam y este deja salir un largo suspiro.
Liam no contesta, gira sobre sus talones y comienza a caminar hasta el ascensor, cuando se queda parado apretando el botón nos mira desde su lugar. -¿Venís o no? –pregunta con tono algo burlesco.
Asiento levemente y comienzo a caminar hacia la puerta del ascensor, la cual ya está abierta y pita intermitentemente ya que Liam la está bloqueando con el pie.
- ¿Podrías darte prisa, Ken? –miró a Adam que aún no se había subido. Cierro los ojos lentamente para tranquilizarme, la situación era cada vez más tensa y me encontraba entre medias de los dos, y eso, no era agradable.
Agradezco al cielo que Adam no haya escuchado el comentario que Liam ha hecho, aun que tampoco le culpaba, Adam parecía un auténtico Ken con su cara de niño bueno y su ropa de marca.
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>>Promise<< |LP| #WATAwards
Humor¿A cuánto estarías dispuesta a hacer por una promesa?