Capítulo 72

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Abro los ojos inmediatamente al sentir una náusea y voy directamente al baño, abro la tapa del váter y vomito, me siento indefensa, llorando por la fuerza que hago al vomitar. Me levanto del suelo, pongo agua en mi cara, en la nuca y veo mi reflejo pálido. Reacciono al no ver a Justin conmigo en el baño por la preocupación. Camino hacia la cama y está vacía, dónde debe estar Justin?

Bajo las escaleras poco a poco aún mareada por lo ocurrido, voy a la cocina a hacerme el desayuno y veo un plato con una de mis pastas favoritas, un zumo de naranja y un café. Junto a ello, una nota.

Preciosa, quiero que desayunes y os alimentéis bien los dos, no pases hambre y por cualquier cosa, porfavor, llámame aunque nosé si podré estar pendiente del teléfono. Te quiero muchísimo y no quiero que lo olvides nunca, eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida y necesito decirtelo porque pase lo que pase hoy, eres la mujer de mi vida. Seguramente ahora mientras estes leyendo la nota, yo ya estaré en el rin con el tio más peligroso del país. Porfavor, te vuelvo a decir que no vengas, no quiero que me veas esta vez, estoy jodidamente nervioso y si vienes estaré más nervioso aún porque sé que te pueden hacer daño si pierdo justo al acabar. Haré todo lo posible por volver a vuestro lado, pero porfavor, cumple tu promesa y quedate en casa. Te quiero preciosa, desde el primer día que pude sentirte en mi pecho en ese probador con tu increíble bikini turquesa.

Te quiere tu chico duro.

No puedo evitar llorar, ni siquiera sé si esta nota es de despedida o un ''hasta luego''. Tengo miedo, no puedo quedarme en casa sin hacer nada pero tampoco quiero poner más nervioso a Justin y que la cosa acabe mal, de repente, me siento muy mareada, se me nubla la vista y me agarro fuertemente a la silla para no caerme.

Necesito comer.

Entre llantos, como el desayuno que me ha preparado Justin y lo saboreo como si no quisiera que nunca se acabara. Acabo de desayunar, limpio lo que he ensuciado y voy al comedor a intentar no ponerme tan nerviosa porque no debe ser bueno para el bebé. Enciendo la tele y miro directamente al reloj de la pantalla.

Las tres y media del mediodia.

-Pero cuanto he dormido! -Grito para mi misma.-

He dormido más de doce horas, es la primera vez en mi vida que duermo tanto. Aunque tenga la televisión a todo volúmen, no puedo pensar en otra cosa que no sea en Justin y que le debe estar pasando. De repente, mi barriga se mueve.

Inconscientemente pongo mi mano en la barriga.

-Como tu padre no vuelva de esa pelea, te juro que nosé que será de nuestra vida. -Caigo en llanto irritándome cada vez más los ojos.-

Mis mareos vuelven, la náusea se asoma y voy corriendo al baño por octava vez. Hoy me siento muy débil, apenas puedo moverme y cada vez que como, vomito. Seguramente sea de los nervios.

Són las siete de la tarde y Justin aún no ha aparecido, no quiero pensar que le han podido dejar inconsciente, no puedo llamar a la policia porque es una pelea ilegar y si Justin sigue vivo, le llevan a la carcel.

-Claro que sigue vivo! -Vuelvo a girtarme.- Porfavor Justin vuelve. -Susurro llorando.-

Llamo al móvil de Justin y me salta el contestador de apagado directamente. Ni siquiera ha dado señal. Me estoy volviendo loca, estoy muy nerviosa y no dejo de vomitar. No puedo apenas moverme porque al instante me mareo y caigo.

Me siento al lado de la puerta porque no puedo ni llegar al sofá. Lloro, lloro y no paro de llorar, poniéndome cada vez más nerviosa. Cuando de repente, escucho las llaves entrar en el pestillo de la puerta y al querer levantarme tan rápidamente, caigo rendida al suelo.



Hold TightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora